A 18 meses de jubilar definitivamente el Plan de 1993

Concejales de la oposición absteniéndose en la votación ayer, la primera en el pleno.
photo_camera Concejales de la oposición absteniéndose en la votación ayer, la primera en el pleno.
El proceso adminstrativo y político iniciado ayer todavía se prolongará año y medio hasta febrero de 2023

El Plan de Urbanismo aprobado por unanimidad en 1993 continúa en vigor casi 30 años después, restablecido en diciembre de 2015 tras la anulación por el Tribunal Supremo del PGOM 2008. Para que el nuevo Plan de Vigo entre en funcionamiento quedarán 18 meses, a tenor de los plazos establecidos por el Concello con la Xunta cuando se validó la Ordenación Provisional, que permitió que al menos hubiera cierta actividad en el municipio en tanto no se aprobaba el nuevo documento. 

Aprobación inicial. Fue el paso que se dio ayer en el pleno con el visto bueno de la Corporación municipal. Supone la primera declaración de intenciones firme. El Concello tenía hasta finales de agosto para cumplir los plazos.

Información pública. Comienza ahora, desde septiembre, y durará tres meses, uno más que el establecido legalmente. Será el momento de la exposición del Plan a todos los vecinos que así lo deseen para conocer su afectación y la presentación de alegaciones para hacer alguna modificación. En el trámite del Plan de 2008 se presentaron unas 61.000, si bien el 95 por ciento eran repetidas, por lo que quedaron reducidas a 8.000.

Petición de informes. En paralelo al proceso público, el Concello tendrá que dirigirse a una veintena de organismos públicos de la Xunta y el Estado para recabar informes sectoriales sobre asuntos que les afecten. El Plan necesita el visto bueno de todos ellos. Si alguno pone objeciones, tendría que modificarse el PGOM en lo que le corresponda, y eso acumularía retraso. Es probable que el proceso se alargue entre seis y nueve meses.

Aprobación provisional. Tras lograr todos los informes, el Plan General vuelve a pleno municipal para su aprobación como documento definitivo. Debería ser dentro de un año.

Estudio por la Xunta. Con el Plan ya validado, el Gobierno gallego tendrá que emitir un informe vinculante, dando su visto bueno, poniendo algunas objeciones o rechazando de plano el documento. Fue lo que pasó durante la tramitación del anterior Plan General: el Concello, con Corina Porro alcaldesa, lo aprobó en 2007, y la Xunta, entonces del bipartito, lo tumbó. 

Aprobación definitiva. Una vez el Gobierno gallego valide el Plan con o sin cambios, llegará el turno para el punto final de la tramitación. Será en torno a enero o febrero de 2023. Ese día, Vigo tendrá nuevo Plan General, con teórica validez durante 20 a 30 años. Claro que quedaría la vía judicial: con el PGOM 2008 se sucedieron los recursos, ganados todos por el Concello salvo uno en el Supremo que supuso la anulación de todo el plan por un defecto de forma en un trámite ambiental. 

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