1.500 regalos solidarios en Vigo contra el cáncer
El mercadillo de la Asociación contra el Cáncer en Vigo cumple su 28 edición y abrió ayer sus puertas en Hernan Cortés con objetos donados por ciudadanos que serán una opción más para las compras navideñas
Con enorme ilusión abrió ayer sus puertas el tradicional mercadillo navideño de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Vigo, que estará abierto al público hasta enero en la calle Hernán Cortés 1 y que este año cumple su 28 edición en la ciudad.
Había gran expectación a las puertas del rastrillo antes de la apertura, prevista para las 12 de la mañana, mientras en el interior un equipo numeroso de voluntarias ataviadas con el delantal verde que representa a estas dolencias supervisaba los últimos detalles con la satisfacción del deber cumplido. Estarán de lunes a sábado, en horario de 10:30 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 horas.
Un equipo de 54 voluntarias, coordinadas por la psicóloga Ana Díaz, se ocuparon de preparar el mercadillo en un local que lleva años cediendo la firma Visionlab. Fueron ocho días de trabajo, en los que hubo que limpiar, montar mesas, esperar a los dos camiones de mudanza que traían los objetos, ordenar y colocar. Estos días se turnarán para atender al público, no solo para vender a precios atractivos todo tipo de vajillas, menaje, artículos de decoración, cuadros, libros y otros objetos, sino también para recoger las nuevas donaciones que les puedan llegar estos días.
Son compras interesantes para regalar y también solidarias porque la recaudación se destinará a los múltiples servicios gratuitos que presta la asociación a pacientes oncológicos y a sus familiares, a las campañas de prevención para disminuir la incidencia del cáncer entre la población general y para financiar proyectos de investigación con la idea de alcanzar un 70% de supervivencia en cáncer en el año 2030. La AECC es la entidad que más fondos dedica a la investigación oncológica en España.
Entre los objetos más valiosos hay figuras de cerámica de Lladró y otras con gran valor sentimental para los donantes. “Viene gente joven con una vajilla que no le cabe en casa, los hijos tienen pisos más pequeños que los padres y no les queda más remedio que deshacerse de cosas, o una persona que trae un jarrón que había comprado en un museo de París. Tiene mucho mérito, vienen hasta aquí cargando con cajas pesadas solo para hacer esta donación, es de agradecer”, explican las voluntarias.
Otras curiosidades del mercadillo son los clientes que coleccionan objetos: un señor que venía solo a buscar muñecas de porcelana o el nieto del dueño de la fábrica de Álvarez que quería ver si había piezas sueltas porque quería hacer un museo. Del alcalde aseguran que acude todos los años y que una de las cosas que le interesan son ejemplares curiosos de la Biblia. Al mercadillo también entran personas que acuden para comprar la lotería de la asociación y de paso echan un vistazo. La asociación cuenta con 150 voluntarios y 50 colaboradores en Vigo.
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