Cuatro vallas y un cordón plástico custodian el punto por el que en la tarde del pasado miércoles un SUV de alta gama (un Porsche Cayenne) se precipitaba al vacío desde el aparcamiento principal del Parador de Baiona.
El inspector jefe de la Policía Local, Pedro Alonso, explicó que a última hora de la tarde de ese mismo día un camión especial equipado con una pluma retiraba los restos del coche siniestrado de la ladera de la península de Monte Boi, orientada hacia la playa de la Barbeira y los trabajos, pese a la evaluación inicial, no tuvieron una complejidad especial. Por el momento habrá que aguardar al informe pericial para evaluar los daños ocasionados en la fortificación histórica que a simple vista se limitan a varias almenas y un fragmento del muro aproximadamente de tres metros de largo por uno de alto. Precisamente su poca altura sumada a las grandes dimensiones y peso del coche provocaron que este no aguantase la dureza del impacto y acabase cediendo para acabar en la ladera de A Barbeira junto al todoterreno .
Apenas quedan rastros en la zona que evidencien lo sucedido a excepción de los elementos anteriormente mencionados y una marca en el bordillo de la acera, indicio claro del primer punto de impacto así como de la trayectoria que el Porsche Cayenne tomo a menos de un metro de distancia de la muralla que se llevó por delante. Ya en el terraplén situado a varios metros de altura del parking y en donde el coche acabó incrustado contra el firme después de dar una vuelta de campana, la situación es similar. Tampoco da a entender la estampa vivida por los vecinos y visitantes poco antes de las 16 horas, al comprobar como el todoterreno ocupado por un matrimonio hospedado en el Parador salía despedido marcha atrás desde parado cuando se encontraba maniobrando para aparcar en batería a pocos metros de la entrada del complejo hotelero.
Las causas del siniestro todavía están por esclarecerse pero todo apunta a que la teoría ofrecida desde la Policía Local es la que más se ajusta a la realidad y un fallo en la conducción podría haber sido la principal causa al tratarse de un coche de gran cilindrada equipado con cambio automático. El matrimonio pudo salir del coche por su propio pie y pese a que no sufrieron heridas de gravedad fueron trasladados a un hospital de referencia. Sin duda la experiencia vivida por ellos en Baiona el pasado miércoles no se les borrará de sus retinas con facilidad y afortunadamente el incidente tan solo se saldó con daños materiales y patrimoniales. n
