Los voluntarios son una pieza fundamental que ayudan al correcto desarrollo de diferentes servicios municipales sobre todo en áreas relacionadas con cultura o en Servicios Sociales. En Gondomar, además este destacamento se encarga de mantener a raya la avispa asiática. De las 30 personas que ponen cara al voluntariado, cuatro salen periódicamente acompañados por los ediles de Seguridad y Medio Ambiente, J. Manuel Chamorro y Brais Misa. Escopeta marcadora en mano, una pértiga y demás enseres neutralizan y retiran los nidos para frenar su avance que desde años está descontrolado en la comarca, hasta el punto de que en los últimos cuatro años llevan retirado más de mil con cifras muy similares a las de Nigrán. El listado lo completan otros 18, encargados del reparto de comida del Banco de Alimentos y que gracias a ellos llegan a 60 familias adscritas a Servicios Sociales coordinados por la edil Nuria Lameiro. La decena restante está vinculada a Cultura y Turismo aportando en la celebración de eventos bajo la batuta de Rocío Goberna y Juan Bas.
El alcalde Paco Ferreira calificó de “lujo” el poder contar con este grupo de personas para sacar adelante diferentes iniciativas mientras hacen “una labor impagable”. Con tal motivo, el regidor quiso agradecer su aportación social al municipio con un pequeño homenaje en el que les hizo entrega de un diploma acreditativo y anunció la futura apertura de una oficina de voluntariado. Contará con un funcionario contratado ex profeso para gestionarla.
