Galicia suma un total de veinte medallas olímpicas con quince deportistas diferentes, en fútbol, piragüismo, vela, triatlón, balonmano y baloncesto. David Cal se corona como el deportista español con más medallas, cuatro de plata y una de oro
Los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 inauguraron el palmarés gallego. El 5 de septiembre, la primera selección española de fútbol peleó por la medalla de plata en la ciudad Belga. En un primer momento, el partido iba a disputarse por el bronce, tras la descalificación de Checoslovaquia, debida a un problema con el arbitraje, Bélgica se llevó el oro.
Los tres pioneros
Entre los jugadores de la selección destacan tres nombres: Moncho Gil, de Vigo, Luis Otero, de Pontevedra y Ramón González de A Coruña. Estos gallegos inauguraron el palmarés español tras una victoria 3-1 contra los Países Bajos. Otero y Gil salieron al campo, mientras que el coruñés estuvo hospitalizado durante todos los Juegos por una enfermedad. Luis Otero formó parte de las filas del Sporting de Pontevedra, el Vigo Sporting y del Celta, aunque abandonó este último en 1930 para fichar por el Deportivo de La Coruña. Moncho Gil permanecería en el Celta hasta 1927.
La segunda medalla, medio siglo después
Durante la primera mitad del siglo XX, ni España ni Galicia tuvieron una excesiva presencia en los Juegos Olímpicos. Se ganó alguna medalla, pero ninguna fue logro de gallegos. En las décadas de 1970 y 1980 nuestra comunidad volvía a engordar el palmarés. En 1976, el piragüista lucense Luis Gregorio Ramos Misioné ganó la plata en la modalidad de aguas tranquilas (K4 1000) en Montreal (Canadá) junto con otros tres compañeros. Misioné se presentó de nuevo a Moscú 1980, esta vez para llevarse el bronce en el K2 1000.
Cuatro años después, el coruñés Fernando Romay obtuvo la medalla de plata con la selección española de baloncesto en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Ese mismo año, el piragüismo gallego volvió a deslumbrar al mundo a manos del tudense Enrique Míguez, que se llevó el bronce en el C2 500.
El abundante siglo XXI
El resto del siglo XX no fue prolífico para Galicia en lo que al deporte olímpico se refiere. España, al contrario, alcanzó la gloria en Barcelona 1992. En cambio, la comunidad gallega no volvió a ser cuna de medallistas olímpicos hasta Atenas 2004. David Cal arrasó en Grecia, llevándose a casa la plata y el oro en piragüismo de aguas tranquilas, en monoplaza de 500 y 1.000 metros. Cal repitió la fórmula griega en Pekín 2008, mordiendo de nuevo la plata en las mismas modalidades. Cuatro años después, en Londres 2012, volvió a conseguir la medalla de plata en C1 1000. De esta forma, David Cal se convirtió en el deportista español con más medallas olímpicas.
Imagen de archivo de David Cal en Londres 2012 mordiendo la medalla de plata.
En Pekín 2008, el palmarés gallego sumó un total de cinco medallas. En piragüismo, el también cangués Carlos Pérez Rial, más conocido como Perucho, consiguió el oro en K2 500 junto al catalán Saúl Craviotto. En los mismos Juegos Olímpicos, los gallegos Antón Paz y Fernando Echávarri lograron la medalla de oro en vela, en la clase Tornado.
El deporte gallego volvió a brillar en Londres 2012. Tamara Echegoyen y Sofía Toro, que compitieron en vela en la clase Elliott 6m junto con la asturiana Ángela Plumariega, trajeron el oro a Galicia. Ese mismo año, el triatleta ferrolano Javier Gómez Noya, logró la medalla de plata. Además, la selección españolad de balonmano se colgó el bronce tras ganar contra Corea del Norte. En sus filas, destaca la viguesa Begoña Fernández.
Javier Gómez de España llega a la meta del triatlón masculino durante los Juegos Olímpicos 2020. // EFE
El vivariense Cristian Toro fue el último gallego en sumar una medalla al palmarés de la comunidad. En Río de Janeiro 2016, este piragüista logró el oro en la categoría K2 200 junto a Saúl Craviotto.
