El móvil, una "niñera digital" que puede llegar a ser contraproducente

Los teléfonos móviles han ocupado de manera progresiva gran parte del tiempo de ocio de los menores de edad.
photo_camera Los teléfonos móviles han ocupado de manera progresiva gran parte del tiempo de ocio de los menores de edad.
La integración digital a través de los móviles ofrece una puerta hacia todo tipo de contenidos a los menores, pero muchas veces las familias cohartan en exceso el uso de estos dispositivos

Los teléfonos móviles se han convertido en una especie de “cuidador digital” de los menores, ya que muchos padres no solo utilizan este tipo de dispositivos para entretener a los más pequeños a través de contenidos multimedia de páginas web y plataformas como YouTube, sino también, en edades más avanzadas, para vigilar el tiempo de uso del terminal e incluso vigilar los movimientos de sus hijos.

Según los datos extraídos de un estudio de hábitos digitales realizado por la compañía especializada en ciberseguridad y gestión de sistemas críticos S2 Grupo, el 63% de las familias compra el primer teléfono móvil a sus hijos para “tenerlos localizados”. Aunque hay bastante debate sobre el uso ético de este tipo de sistemas de control, los padres o tutores han de tener en cuenta que esta vigilancia solo se puede hacer si se tiene el consentimiento de los hijos, ya que en este ámbito de la privacidad hay derechos fundamentales en los menores que no pueden verse vulnerados.

Sobre si es necesario o no gestionar el tiempo que los menores pasan conectados a internet ya  las redes sociales, el 76% de los encuestados afirma que administran el tiempo que sus hijos utilizan los dispositivos tecnológicos, frente al 24% que dejan que sean los propios jóvenes los que lo hagan.

Expertos de S2 Grupo han señalado también que los niños y adolescentes son uno de los públicos de mayor vulnerabilidad en el uso de las redes sociales y, por eso, es fundamental compartir con ellos algunas pautas que les ayuden a que su uso de la tecnología sea seguro.

Por otra parte, el control parental, usado por adultos para controlar el acceso de los menores a diferentes sitios web, posibilita de manera menos intrusiva el control de los menores a determinados contenidos y bloquear páginas o usuarios que puedan ser una amenaza para los niños.

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