La futura ley sobre “lootboxes” o cajas botín que se activan en algunos videojuegos y permiten superar retos a cambio de pagar con moneda virtual o real estarán prohibidos para los menores y, para ello, el acceso al juego requerirá el DNI o biomarcadores, que atestigüen la edad del jugador.
Así consta en el anteproyecto de ley que inicia el proceso de audiencia pública y que estuvo abierto hasta el 23 de julio. Una vez que se valoren las aportaciones a la norma, el texto pasará a Consejo de Ministros y, tras su aprobación, comenzará la tramitación parlamentaria como proyecto de ley.
Según el texto del anteproyecto, la norma afectará “solo y exclusivamente” a los denominados mecanismos aleatorios de recompensa (MAR) cuando los premios cuesten dinero u otros objetos virtuales adquiridos con dinero, directa o indirectamente, y aquí entran, por ejemplo, las criptomonedas.
La norma afectará a las cajas botín que estén dentro de los videojuegos y a las plataformas de intercambio que tienen estos mecanismos de recompensa. Además de la prohibición de acceso a los menores, para los mayores de 18 años existirán posibilidades para limitar los gastos.
Estas limitaciones podrán ser parciales en el tiempo de juego y el importe máximo de gasto y totales, con un sistema de autoexclusión para aquellas personas con problemas de adicción que voluntariamente se autoprohíben el acceso.
La norma también establece que los operadores estarán obligados a dar información veraz sobre las probabilidades reales de obtener un premio. Y en cuanto a la publicidad, queda prohibida la física y la “online” en entornos web incluidas las redes sociales no relacionadas con videojuegos.