Juegos online: cinco riesgos para los usuarios menores

Dos niños con el ordenador en su habitación durante el horario nocturno.
photo_camera Dos niños con el ordenador en su habitación durante el horario nocturno.
La tecnología ha transformado en la última década la forma en la que los menores se comunican, aprenden y entretienen, convirtiendo a los videojuegos en uno de los pasatiempos más populares

Los videojuegos no solo brindan diversión, sino que también fomentan habilidades cognitivas, sociales y creativas, aunque un uso excesivo o irresponsable de jugar en línea puede tener efectos negativos en la salud física y mental de los menores, derivando en un aislamiento social y al deterioro del rendimiento académico.

Según el estudio “Adolescent Video Gaming and Attachment to Parents and Friends: A Longitudinal Study”, la mayoría de los adolescentes juegan a juegos en línea de forma habitual, dedicando entre 10 y 20 horas semanales de su tiempo libre a esta actividad.

Aunque la mayor parte de los usuarios y sus interacciones son saludables y fomentan valores como la comunicación creativa, el respeto, la colaboración y el trabajo en equipo, expertos en plataformas online como Qustodio destaca que comportamiento y acciones negativas como el ciberacoso, el robo de identidad, las micro transacciones o acceso a contenidos inapropiados son algunos de los riesgos cada vez más habituales a la hora de disfrutar de los videojuegos online, especialmente entre los más jóvenes:

- El ciberacoso: implica insultos, amenazas y comportamientos abusivos, afectando la salud mental y disfrute de los más pequeños de la casa, dando lugar a un entorno hostil. Según el “IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos”, elaborado por Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña, el 37% de los jóvenes que sufren ciberbullying lo experimentan a través de los videojuegos.

- Acceso a contenido inapropiado: los menores se exponen a material inadecuado, violento o sexualmente explícito, lo que puede tener efectos negativos en su desarrollo y bienestar emocional.

- Robo de identidad: el robo de datos personales y de cuentas digitales supone un riesgo si se ofrecen datos personales y contraseñas, exponiendo a los jóvenes a fraudes financieros, suplantación de identidad y pérdida de control sobre su experiencia de juego.

- Micropagos: los menores tienen acceso a compras dentro de los juegos online, lo que puede conducir a gastos excesivos, fomentar una mentalidad de compra impulsiva y distraer de la experiencia de juego saludable.

- Adicción: la adicción a los juegos puede afectar a la salud mental, el rendimiento escolar y a las relaciones personales, llegando a descuidar sus responsabilidades.

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