El fraude digital, un problema asentado entre los españoles

Los usuarios deben estar alerta ante la llegada de mensajes o correos sospechosos.
photo_camera Los usuarios deben estar alerta ante la llegada de mensajes o correos sospechosos.
La implementación de estrategias preventivas y la concienciación son esenciales para fortalecer la posición de los consumidores frente a las diferentes tácticas de los delincuentes online

La integración digital en los últimos cuatro años ha sido enorme tanto entre los usuarios habituales de las nuevas tecnologías como aquellos consumidores que aún preferían, antes de la pandemia, los métodos comerciales y de pago tradicionales. Este cambio de hábitos ha traido grandes ventajas al comercio y a las transacciones económicas, con una rapidez y seguridad que se han visto empañadas por los fraudes online, un problema ante el que comercios y usuarios deben estar cada vez más preparados. Según datos del último informe de la Asociación Española de Empresas contra el Fraude, publicado a inicios de este mes de febrero, el impacto del fraude a consumidores en 2023 alcanzó cifras desbordantes.

Según el informe, el 85% de los consumidores informa haber enfrentado al menos un intento de fraude, mientras que solo un 15% indica no haber experimentado situaciones de este tipo el pasado año. Estos resultados revelan una alta prevalencia de intentos de fraude entre la población encuestada, lo que indica la persistencia y la amplitud de las amenazas a las que se enfrentan los consumidores cada día en el entorno digital. Un 16% de los consumidores encuestados declara haber sido víctima de un incidente de fraude consumado, mientras que el 84% no ha sido afectado por fraudes consumados en ese período. Estos resultados sugieren que, aunque una minoría ha enfrentado directamente el impacto financiero y emocional de fraudes consumados, la mayoría de los consumidores encuestados ha logrado evitar ser víctima de este tipo de incidentes durante el último año.

En relación con los intentos de fraude, el que un 84% haya conseguido evitar el fraude consumado, corrobora sin duda que la implementación de prácticas seguras. En cuanto a los canales más utilizados por los ciberdelincuentes para realizar estos fraudes, tanto el correo electrónico (37%) como los mensajes de texto (37%) son identificados como los medios más comunes para la perpetración de fraudes, indicando la prevalencia de estrategias de phishing y suplantación de identidad a través de estos medios digitales. La vía telefónica representa un 13%. Estos resultados resaltan la versatilidad y adaptabilidad de los ciberestafadores para llegar a los consumidores a través de diversos puntos de contacto.

Te puede interesar