Los niños son especialmente susceptibles a los estímulos que generan los dispositivos móviles, por lo que la gestión correcta de su tiempo online puede evitar problemas de ansiedad, sueño o frustración
La tecnología y los dispositivos portátiles, desde los teléfonos móviles a las tablets, han revolucionado la forma en la que los niños se educan, juegan y se relacionan con el mundo que les rodea.
Tanto en el hogar como en los centros educativos los más pequeños tienen un acceso sin precedentes a Internet, una puerta abierta a la información, pero también a todo tipo de contenidos y posibilidades de comunicación, unas posibilidades que planteas desafíos y debates significativos en términos de ciberseguridad, pero también de responsabilidad, tanto en los niños como en padres y educadores.
En este sentido, los niños son especialmente vulnerables a determinadas actividades y contenidos en internet, pero también pueden ser quienes utilicen estas herramientas para un uso no adecuado o irresponsable, como comportamientos de acoso a otros menores en redes sociales..
Para conseguir que internet sea un lugar seguro entre los más pequeños es importante establecer una serie de normas y límites que contribuyan a que los menores hagan un uso seguro, responsable y saludable de los dispositivos, especialmente en estas semanas posteriores a Navidad, una fecha en la que muchos niños han recibido su primer teléfono móvil.
Según el informe “Estar en línea: niños y padres en Internet”, realizado por la compañía de ciberseguridad Kaspersky, casi la mitad de los niños en España (47%) tienen su primer contacto con un dispositivo conectado a Internet antes de cumplir los 7 años, aunque sea solo para ver dibujos, y un 39% tiene su primer dispositivo con menos de 11 años,
Entre las normas y consejos recomendados por los expertos para evitar en lo posible las consecuencias negativas a la exposición a internet y a los dispositivos móviles está evitar su uso en la mesa para evitar las distracciones en el tiempo de las comidas; disponer de una única zona de carga (nunca en el dormitorio) para disponer de más tiempo de desconexión digital y protege la zona de descanso y estudio de distracciones innecesarias; poner una hora límite de uso, como mínimo una hora antes de ir a dormir.
Por otra parte, los expertos recomiendan contacto cero con los dispositivos en menores de dos años, y estar vigilantes en niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
