En el año 2000 nacieron casi 398.000 personas en España y muchas de ellas, cumplidos los 18 años o a punto de hacerlo, optarán el próximo curso por estudiar en la Universidad, por lo que los centros de educación superior recibirán así a los últimos jóvenes nacidos en el siglo XX.
Son jóvenes que han nacido en una sociedad madura, con una educación cívica y democrática y han sido educados en unos principios y derechos", destaca el director de la Unidad de Investigación y Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia Comillas, José Antonio López-Ruiz.
Prefiere no "etiquetar" a la nueva generación de universitarios ya que argumenta que hay que ser "muy precavidos con las etiquetas que engloben a todos". No obstante, recuerda que muchos de estos jóvenes pueden corresponderse con algunos de los nombres que se han dado a las últimas generaciones.
Podrían ser los "millennial" (nacidos a final del siglo XX), Bobos (burgueses bohemios), Yuccies (derivación de hípster y yuppie) y Generación Z (dominio de las redes, su naturaleza emprendedora y carácter irreverente y creativo).
López-Ruiz, autor del informe "Jóvenes españoles. Entre dos siglos. 1984-2017", señala que las generaciones anteriores "vieron nacer la Constitución, empezar a aplicarla o la evolución de la España democrática", pero que los nacidos en 2000 "ya dan por hecho que ya están en esa sociedad y que va a seguir siendo así".
Es una generación "digital", los móviles y las redes sociales son "casi como su carné de identidad, todo el mundo tiene uno". Han sido educados con ordenadores y acceso a Internet y es "la generación del Google y del Youtube".
"De ahí que sus tendencias sean compartidas internacionalmente con otros jóvenes" y que dispongan de "una universalización en el acceso a la cultura, a los medios de comunicación y al consumo. Este experto recalca que "lo que los homogeneiza es la heterogeneidad".
López-Ruiz también destaca que la sociedad ha pegado "un giro" tras la crisis económica y los escándalos de corrupción y no se siente identificada con gran parte de las instituciones ni tiene confianza en ellas. Y los jóvenes "representan esas actitudes pero con un plus, un poco más".
indiferentes y no creyentes
Este experto cree que sobre política los nuevos mayores de edad tienen más interés que los de los años 90 pero tienen menor confianza; y sobre religión, son reflejo de una juventud con menos "católicos no practicantes", definiéndose más como "indiferentes, no creyentes o ateos".
En cuanto a si serán universitarios independizados de casa de sus padres, considera que "seguirá siendo difícil como en los últimos años por la situación económica y los precios de la vivienda.
Por otro lado, los jóvenes nacidos en el año 2000 "saben protestar pero de manera bastante cívica en general" y considera "aislados" los insultos a un rector o a un político.
Respecto a la violencia machista, López-Ruiz señala que hay más sensibilidad social y alarma ante estas situaciones pero que no hay que olvidar que, según recientes estudios, hay chicas que justifican los celos de sus parejas y chicos que no ven necesaria la discriminación positiva en ciertos campos.
Sobre otros temas que pueden preocupar a estos jóvenes como la solidaridad con los refugiados, este experto considera que, en general, manifiestan su apoyo pero que participan individualmente en menor media que la media europea.n