sociedad

Beatles de regreso, si es que alguna vez se fueron

Los cinco componentes del grupo "La Comisaría"
photo_camera Los cinco componentes del grupo "La Comisaría"

La banda “La Comisaría” tocarán sus temas mientras en todos los cines se estrena la película “Yesterday”, que           supone un nuevo regreso de la 'beatlemanía'

Daniel Boyle, conocido y querido en los ámbitos cinematográficos del Reino Unido como autor de películas tan interesantes y comprometidas como “Slumdog millonaire” o “Trainspotting”, acaba de colocar en la gran pantalla una película que se estrena en los cines españoles bajo el sugestivo título de “Yesterday”. Sesentón ya cumplido y natural de Manchester, se acerca por ubicación geográfica, generacional y sentimiento, al universal fenómeno de los Beatles, el más decisivo portento producido en la música popular desde el temprano fallecimiento de Wolfgang Amadeus Mozart a los 35 años. Los Beatles nacieron y crecieron en Liverpool, la ciudad históricamente rival de la suya, la vecina ciudad de Manchester, que en aquel tiempo ofreció al movimiento del pop británico bandas tan emblemáticas e ilustres como Hollies o Mindbenders. Por eso, Boyle posee memoria de espectador de excepción para  realizar una película que homenajea a la mejor y más influyente banda de la Historia si bien, en razón de su original concepción del lenguaje cinematográfico, ha preferido concebir un film que parte de una hipótesis tan nueva como inquietante, especialmente para sus adoradores. Al menos para los que consideran a John Winston Lennon, George Harrison, Richard Starkey y James Paul McCartney como cuatro arcángeles inimitables, autores inconmensurables del sonido divino por excelencia. Y son legión como se registra cada vez que alguna iniciativa destinada a recordar su momentos se lleva a cabo. Todas ellas han sido acogidas fervorosamente por un público sin edad ni condición que responde entusiasta a su llamada.

¿Qué pasaría si…?

Un joven y modesto músico de origen hindú que aspira a abrirse paso en el complicado mundo del espectáculo y que se gana la vida mientras tanto en ocupaciones más humildes, sufre un accidente mientras circula montado en su bicicleta y cuando despierta comprueba sorprendido que nadie sabe nada de los Beatles y que él es el único que recuerda sus canciones y conoce de su existencia. La película, protagonizada por el actor y músico Imesh Pattel con la colaboración del cantante y guitarrista Ed Sheeran en un papel destacado adopta una fórmula frecuentemente usada en las cintas de ciencia ficción (“qué pasaría si….”) y servirá además como vehículo para que los inquietos seguidores de los Beatles, que acudirán al cine en bandadas con toda seguridad, disfruten con un tratamiento novedoso de su música, mientras se preguntan cómo sería el mundo si los artistas y compositores que han llenado su vida de armonía y hermosura no hubieran existido, y qué sería de ellos, pobres huérfanos, sin los Beatles y su obra. Afortunadamente para todos ellos a lo largo y ancho del planeta sin distinción de razas, nacionalidades, edades o creencia, no es necesario otro movimiento que torcer la cabeza, echar un ojo a la estantería, y contemplar en ella la colección de sus canciones en distintos soportes, desde el primer LP “Please, please me” hasta el que cronológicamente cerró el ciclo “Let it be”, aunque todos los fans de la banda saben de sobra que el último en realidad fue el inconmensurable “Abbey Road”, principio y fin de todas las cosas.

Medio siglo después

La banda, en su versión canónica y con la formación que ha pasado a la historia, -la compuesta por McCartney, Lennon, Harrison y Ringo- registró 211 canciones, una gran parte de ellas debidas a la capacidad compositora de todos sus miembros. La pareja formada por John Lennon y Paul McCartney es autora de la mayor parte de sus piezas de propia autoría, y si bien muchos de estos temas fueron compuestos de manera individual, un acuerdo de los primeros días unió sus apellidos para siempre por este orden como pareja de autores de éxitos eternos. George Harrison aportó un conjunto de canciones propias desde tempranos momentos aunque, por diferentes razones,  no se prodigó en exceso, pero también en el catálogo de los Beatles existen dos aportaciones de Ringo Starr como compositor, más otras dos en las que figuró a medias con sus compañeros. George se estrenó como compositor en la discografía de la banda con “Don’t bother me” aparecido en el álbum “With the Beatles, y Ringo compuso “Don’t pass me bay” y “Octopus garden”, además de firmar, junto a John y Paul, la canción “What goes on” y con todos sus camaradas, el instrumental “Flying” y el rescate de una vieja tonada portuaria llamada “Maggie May” que los cuatro suscribieron solo como arreglistas.
Es el legado de una formación que ha sobrevivido al tiempo y se ha impuesto como heredera de los grandes clásicos del siglo XX. 
De la formación histórica sobreviven el batería Ringo Starr y el bajista Paul McCartney, ambos en activo a pesar de que el primero de ellos cumplirá próximamente los ochenta. Medio siglo después de redondear una obra extraordinaria en todos los sentidos, el legado de los Beatles permanece vigente y está en mejor forma que nunca, cuidadosamente cultivado e interpretado con entusiasmo y reverencia no solo por músicos muy veteranos como los que forman la banda “La Comisaría” que lleva casi treinta años haciéndolo, sino por músicos de mediana edad como los “Henderson” y por chavales de veinte años que conocen sus canciones y disfrutan haciéndolas y otorgándolas un tratamiento rejuvenecedor. Adoran a los Beatles y los consideran sus guías y maestros. 
En Vigo, en efecto, los cultivadores de los Beatles por excelencia son cinco músicos de hondo pedigrí y muchos años de escena que se han pasado tres décadas desentrañando sus sonidos e interpretándolos en director. Fundada por el periodista Manuel Orío a principios de los noventa e integrada por periodistas en su primera fase, por las filas de “La Comisaría” han desfilado más de veinte músicos espléndidos, capaces de cultivar y recrear todas las esencias contenidas en la obra de los 4 Fabs. Desde hace diez, conservan la misma formación que componen José Antonio Martín Curty como bajista, Roberto Vidal como batería, Julio Losada y Manuel Orío como la guitarristas y Carlos Mateo al piano. Tras unos años de forzado silencio, han vuelto y mañana sábado actuaran en el escenario montado en la explanada del R.C. Náutico junto a la Estación de Trasatlánticos con ocasión de la muestra de gastronomía y ocio denominada Seafest, una cita ineludible para entender la cocina del mar y sus múltiples y suculentas aplicaciones que contará en escena con varias formaciones  y que se prolonga durante cuatro días. “La Comisaría” tocará a los Beatles el sábado en dos pases. De 2,30 a 4’30 por la tarde, y de 20,30 a 22 en las horas finales del día.

Adoradores grandes y pequeños

¿Cómo es posible que un producto tan frágil y pasajero como el de la música de moda pueda sobrevivir medio siglo sin perder ni un ápice de su consistencia como le ocurre a la música de los Beatles”? Los miembros de esta veterana banda  reflexionan sobre una complicada respuesta: “Indiscutiblemente por su calidad. –coinciden todos ellos- Si la música de los Beatles no fuera extraordinariamente buena no hubiera podido resistir el paso del tiempo”. Carlos, Julio, Curty, Rober y Orío están plenamente de acuerdo…
 “Los Beatles protagonizaron un movimiento que no solo produjo una música excepcional –afirma José Antonio Martín Curty, arquitecto y adorador de los Beatles desde sus tiempos de colegial- sino un cambio radical en costumbres sociales, modas, arte, comunicación y relaciones en su tiempo y en los venideros. En mi opinión, lo que los Beatles generaron durante apenas una década –su primer single “Love me do/PS I love you” salió a la venta en octubre de 1962 y su último LP en el mercado “Let it be”, compareció en el mercado el 8 de mayo de 1970 un mes después de que los Beatles se hubieran separado oficialmente- no solo resulta imposible de medir y aún de comprender, sino que impacta profundamente si lo analizamos con rigor. Paul McCartney escribió “Yesterday” cuando apenas tenía 23 años (fue grabado en junio de 1965) lo que otorga la medida de su madurez como músicos y como letristas, porque la obra de los Beatles como banda acaba cuando el mayor de ellos, Ringo Starr (Liverpool, 7 de julio de 1940) aún no ha cumplido los 30 años y George Harrison (25 de febrero de 1943) es un joven de 26 años capaz de componer a esa edad obras tan deslumbrantes como “Here comes the sun” o “Something”.
Ese mismo razonamiento le sirve a Carlos Mateo para trazar su reflexión: “Para mí, lo más sorprendente es la calidad de una obra en la que todo es bueno a la edad en la que la hicieron y, sobre todo, partiendo del ámbito social y cultural en el que los cuatro crecieron. Los críticos hablan y no paran de su música que es, en efecto, magnifica  en la mayor parte de su legado. Pero hay que valorar también sus letras. Ninguno de ellos tenía una educación cuidada ni prácticamente habían pasado por centros docentes para adquirir esa soltura y esa profundidad escribiendo textos. Cuatro chicos de clase trabajadora en la posguerra, en una ciudad del norte de Inglaterra abrasada por las bombas de los alemanes fueron capaces de crear lo que crearon sin base académica alguna, ni ningún esmero en su formación. Esa circunstancia los acredita como genios”. Por su parte, Roberto Vidal destaca la originalidad de Ringo en los tambores. “Es un zurdo reconvertido a diestro y por eso es tan original e imprevisible. Un batería nada académico y estupendo”.
Manu Orío, que está acabando un libro dedicado a glosar su obra y que conoce bien Liverpool la ciudad que los vio nacer, cree que esa procedencia marcó profundamente su manera de hacer música y de elegir los motivos de su inspiración. “Liverpool es una ciudad abierta al mar, muy cosmopolita y muy sui géneris. La influencia irlandesa se manifiesta en mucha de la música de los Beatles porque su ciudad goza de una profunda huella irlandesa. Las armonías en sus voces, los tratamientos instrumentales y corales, el uso frecuente del vals y las tonadas de inspiración gaélica… y además, el puerto. Los Beatles escucharon el rock and roll y el soul  que traían los barcos a Liverpool desde América, mucho antes que cualquiera de sus compatriotas. Y esos ritmos los hicieron suyos sin complejos”. Orío se refiere a sus estímulos –colores, sonidos, periódicos y droga- y sus ancestros que les abrieron las puertas del vodevil, por ejemplo. Pero también su versatilidad capaz de componer baladas exquisitas y el más potente rock and roll. 

Te puede interesar