La manifestación convocada por el IES por el ruido en la AP-9 reunió a unas 500 personas. Estuvo respaldada por colectivos vecinales y todos los grupos políticos
"Feitos, non palabras" fue el lema que encabezó la manifestación de casi medio millar de personas que recorrió ayer parte de la parroquia de Chapela exigiendo la instalación de pantallas sonoras en la parroquia tras más de 30 años de la construcción de la AP-9 y casi cinco desde la ampliación. La convocatoria salió de la rotonda de entrada a la autopista y recorrió la distancia que le separa de los cuatro puentes, llevando sus consignas por toda la parroquia. La manifestación contó con la presencia de la alcaldesa, Digna Rivas, y concejales de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, las asociaciones de vecinos de Chapela y Trasmañó y vecinos de ambas parroquias.
La protesta fue convocada por la comunidad educativa del IES de Chapela, que este curso sufrió las consecuencias de la proximidad de la autopista al estar obligados a mantener las ventanas abiertas por el covid y tener que dar las clases con micrófono, constatándose “un menor rendimiento de los alumnos y un ruido de fondo que llegaba a todos los rincones del centro”, explicaba el director del mismo.
La marcha estuvo apoyada el colectivo de Afectados por la AP-9, que recordó que desde la última reunión mantenida en marzo con la comisión de seguimiento y la alcaldesa, Digna Rivas, para conocer el estado en que se encontraba las reposiciones y la instalación de paneles que debe llevar a cabo Audasa, “seguimos sin saber nada”.
El director del instituto, Miguel Pérez, recuerda que los niveles de ruido que se sufren en el instituto “infringen sistemáticamente la legislación tanto para el sector docente, sanitario como residencial, superando los máximos de tolerancia ambiental”. Una situación que se arrastra desde hace más de tres décadas y que padecieron ya los padres de los actuales alumnos “por lo que llegó el momento de actuar porque pasan los años y a nosotros se nos va la vida sin que las administraciones cumplan las promesas”, añadiendo que con esta manifestación “también queremos transmitir que los problemas que nos afectan los tenemos que resolver nosotros”, dijo.
“EL RUIDO IMPIDE LA ACTIVIDAD DOCENTE EN EL CENTRO”
En el transcurso de la manifestación se leyó también un comunicado en el que se recordó que “la ampliación nos trajo más densidad de tráfico, más velocidad de los vehículos, más proximidad a la vía, caminos y accesos inutilizados o estropeados, más ruido, todo ello a cambio de nada”.
Todo un cúmulo de circunstancias que “impide el normal desarrollo de la actividad docente en las aulas y reduce el rendimiento académico de los alumnos del IES”. Por todo ello, los convocantes exigen de las administraciones públicas y de la empresa concesionaria “la instalación de pantallas acústicas apropiadas a los objetivos de la calidad acústica que se debe tener, y respetuosas con el medio ambiente y con la estética y ordenación de una parroquia ya de por sí maltratada urbanísticamente”. Además, también pedían en el manifiesto “que se realice en el IES un estudio acústico que en 30 años de historia nunca hubo una medición de ruidos”.
