Festa da Ostra

50.000 ostras consumidas en la fiesta de Arcade

Bandejas y bandejas de ostras postradas en los puestos de venta, a la espera de ser devoradas por los visitantes y vecinos de Soutomaior.
photo_camera Bandejas y bandejas de ostras postradas en los puestos de venta, a la espera de ser devoradas por los visitantes y vecinos de Soutomaior.
La 36 edición de la Festa da Ostra congregó a miles de visitantes en el Peirao de Arcade para degustar el molusco; el escritor Manuel Lourenzo analizó la “ostrecidade” en el pregón

Fueron necesarias más de 50.000 razones para convencer a los visitantes de que Soutomaior merece un lugar destacado entre las fiestas gastronómicas en Galicia. Una detrás de otras, como quien consume pipas en un estadio de fútbol. La Festa da Ostra cumplió su 36 edición, congregando a miles de fieles de ese sabor a mar, en ocasiones temido por los novatos pero un manjar cuando le tomas la medida. También dicen que es un alimento afrodisíaco, o así lo apuntó el pregonero de este año, el escritor y vecino de Paredes, Manuel Lourenzo. 

 

 

Más de 50.000 ostras que se despacharon durante todo el fin de semana, una cifra similar a los anteriores años pero que ayer, último día de la celebración, no dió un respiro para los trabajadores de los puestos que las ofrecían: “El buen tiempo hizo que la gente viniese hoy (por ayer) para probarlas pero alguno ya lleva dos docenas”, aseguraba un vendedor. Y es que bandejas y bandejas no paraban de pasear por la carpa instalada para la ocasión, cuyas vistas mostraban las islas Alvedosas al fondo. Para los poco amantes de las ostras, churrasco y empanada, dos clásicos de estos envites. Todo acompañado de un buen vino blanco y música, a cargo de la Banda Artística de Arcade y del grupo Cantanascroas. 

De los miles de visitantes al Peirao de Arcade, personalidades como la alcaldesa de Redondela, Digna Rivas, el parlamentario gallego del BNG, Luís Bará o Ana Mejías, nueva teniente alcalde de Vigo en cuanto se formalice su proceso, no quisieron perderse la fiesta. Así como el alcalde de Soutomaior, el nacionalista Manu Lourenzo, que dió gracias a todos trabajadores y ostricultores que hicieron posible una edición más. En especial a Joaquin Lema, por su nuevo concepto de ostras cocinadas en diferentes sabores que fue todo un éxito, según la organización. 

 

 

Para cerrar los actos, turno del pregonero Manuel Lourenzo. Analizó un nuevo concepto denominado “ostricidade”, donde se trasladó al mundo mesozoico para explicar el inicio de las ostras, en aquella época, de un gigante tamaño. Tanto que fantaseó con la idea de que las islas Alvedosas fuesen, en realidad, “dos ostras fosilizadas”. Admitiendo su chanza festivalera, el pregón finalizó con una oda al humor y a la imaginación para que, en el municipio de Soutomaior, “no se pierda nunca aquello que nos caracteriza”.  

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