El desafío de Wagner, reto al liderazgo militar de Putin
El analista Ángel Sastre considera que Prigozhin expuso el fracaso de la estrategia rusa en Ucrania
El periodista y analista geopolítico Ángel Sastre considera que “el golpe sobre el tablero” dado por el jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, tuvo dos objetivos: “salvar su cabeza” y exponer públicamente que la estrategia militar rusa en Ucrania no es la acertada.
Para Sastre, conocedor sobre el terreno del conflicto bélico en Ucrania, Prigozhin, un mercenario enfrentado con el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, pensó: “O me cortan la cabeza o me quedo encerrado -en la guerra de Ucrania- tres años más en un conflicto que no sé si voy a ganar, aguantando las direcciones erróneas que me impone Shoigú, sin hombres y sin armamento suficiente”.
Sastre, periodista extremeño que viajó a Ucrania hasta en tres ocasiones -en la última fue expulsado- y estuvo secuestrado por Al Qaeda en Siria durante 299 días entre 2015 y 2016, ha analizado los motivos y las consecuencias de la rebelión de Prigozhin contra las esferas del poder ruso. En su opinión, tres piezas configuran el puzle de dicha rebelión y las tres llevan el sello interno del propio Prigozhin: su orgullo, su poder y su futuro.
Orgullo
“Es un mercenario. Ha trabajado antes, por ejemplo, en Siria y Sudán. El hecho de que no se le distinga, que no tenga estatus y se le considere una banda ha pesado”, detalla Sastre.
Se estima, apunta el periodista, que perdió alrededor de 20.000 hombres en Ucrania. Su grupo libró los combates más cruentos en la primera línea de Donbás “y veía que se alargaba la guerra, pues estimaba que para tomar esta región” y al ritmo que marcaba Moscú “hacían falta tres años más”.
Poder
Millonario y propietario de una empresa de mercenarios, de inteligencia internacional y de internet, Prigozhin sabe que Putin quiere una guerra lenta, pues le beneficia de cara a las elecciones presidenciales rusas de 2024, en la que luchen mercenarios. “No le interesa enviar a jóvenes soldados no preparados para que mueran”, apunta Sastre.
“Ha dado un golpe sobre el tablero, sin derramar sangre en toda una expresión de fuerza”, afirma el periodista. Aunque la apuesta de Prigozhin era una apuesta “muy arriesgada”, nunca tuvo en su mente llegar a Moscú. “Quería salir de la espiral, de un infierno sin medios, de estar haciendo un trabajo sucio sin gloria y sabiendo que su cabeza podría rodar” afirma Sastre.
En su opinión, y a tenor de lo apuntado por otros analistas, el movimiento rebelde este sábado de Prigozhin y su salida hacia Bielorrusia “podría haber estado pactado” con anterioridad, lo que refleja su poder.
Futuro
A juicio de Sastre, el futuro del grupo Wagner tiene otras dos piezas que deben ser consideradas: sus mercenarios volverán tarde o temprano a la guerra en Ucrania.
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