“Esto ya se veía venir”, es la respuesta que se se escuchaba entre bastidores al comentar que ya estaban saliendo a la luz los roces entre los socios del gobierno de Cangas. “Era cuestión de tiempo”, continuaban. Aunque es habitual que suenen rumores de discrepancias entre siglas, y sobre todo entre personas, como dice el refrán ‘cuando falta el dinero el amor se va por la ventana’. Y eso es lo que le está pasando al tripartito BNG-PSdeG-IU nueve meses después de haber tomado posesión de sus cargos.
La última deslealtad que ha supuesto el cese temporal de la convivencia entre el edil nacionalista Nël Malvido y la concelleira de Cultura, Aurora Prieto, ha venido provocada por la gestión de la Semana Santa. Si el jueves por la mañana el responsable de estas fiestas, en lo que al concello compete, era el departamento de Turismo que dirige Malvido, por la tarde la encargada de asumir todos los gastos de esta celebración era Prieto, como así se lo trasladó a los presentes en la inauguración de la exposición de la Capela do Hospital. Acto al que asistió en solitario, sin ningún otro miembro del gobierno local. Ya no se contaba con la presencia de la alcaldesa, que vía mensaje había anunciado que no estaría, pero sí con Nöel por ser la persona con la que han estado tratando desde que comenzaron con los preparativos hace ya unos meses. Un cambio repentino que nadie sabe porqué se ha producido pero que hay quien ve con buenos ojos dado que Prieto habitual verla participando de las procesiones.
El problema de asumir estos gastos repercute, no solo en la relación entre socios, sino en que engordará aún más el agujero económico que arrastra Cultura por valor de 220.244 euros de las Fiestas del Cristo de 2022 y 2023.
