Mientras la policía de Tailandia confirmó que tiene evidencias y pruebas más que suficientes para acusar a Daniel Sancho formalmente del asesinato premeditado de Edwin Arrieta -un delito de máxima gravedad por el que podría ser condenado a pena de muerte- el hijo de Rodolfo Sancho se aclimata a la cárcel de Koh Samui, en la que ingresó el lunes y en la que ya pasó sus dos primeras noches.
En prisión provisional hasta que comience el juicio en su contra -algo que podría demorarse varios meses- el chef se encuentra en régimen de aislamiento por protocolo anti-Covid 19, y como reveló el director de la prisión de la pequeña isla tailandesa, Watcharapong Boonsaior, por el momento “comparte celda con cinco personas”.
El máximo responsable de la cárcel de Koh Samui reveló que los presos no tienen camas sino algunas colchonetas para que puedan descansar e, insistiendo en que están tratando bien a Daniel, reconoció que le vieron algo “nervioso” al tomar conciencia de la nueva realidad a la que se enfrenta. Boonsaior explicó que aunque a su entrada en la prisión Sancho “no mostró signos de miedo o ansiedad”, dos funcionarios de la prisión tienen el encargo de ocuparse de él.
Tal y como contó, el nieto de Rodolfo Sancho está “cuidado” por una enfermera y habría pedido algún tipo de medicina o vitaminas para sobrellevar sus primeros días en la cárcel. Tras su segunda noche en prisión, el joven también habría pedido comida mejor que la que le están dando -algo que podría hacer pagando por ello- y hacer una llamada a su familia. Una petición que, al parecer, le habrían denegado.
El director de la cárcel también confirmó que Daniel estará en régimen de aislamiento hasta el próximo miércoles y no será hasta entonces -10 días después de su ingreso- cuando podrá ver a sus familiares. A partir de entonces podrá recibir una visita de 20 minutos y tendrá derecho a una llamada telefónica a la semana.
Mientras llega ese momento, el hijo de Rodolfo Sancho -como aseguró el director de la prisión- lanzó a la familia un mensaje de tranquilidad, afirmando que Daniel come, duerme y mentalmente está bien.
