Los testigos del caso Jessica califican de “frío” al acusado

El acusado, durante la vista del juicio en Pontevedra.
photo_camera El acusado, durante la vista del juicio en Pontevedra.
Los conductores que pararon a auxiliar a la víctima lo recuerdan huidizo y sin ganas de colaborar

Los conductores que pararon en el lugar del accidente que costó la vida a Jessica Méndez, y que declararon ayer como testigos en la Audiencia Provincial de Pontevedra, destacaron la “frialidad” de J.C.E.I., acusado de haber embestido a propósito con su coche al turismo de la víctima, y recordaron que en ningún momento desveló que la conocía ni les facilitó el contacto con algún familiar.

Así, ante el tribunal, una mujer que viajaba con su pareja y que pararon al ver el siniestro dijo que, al llegar al punto de la colisión, vio salir al acusado de su coche, y le preguntó qué había pasado, si se había dormido al volante o si le dolía algo. “Dijo que no, solo repetía que estaba bien, me sorprendió que no estaba nervioso, se quedó observando, con frialdad”.

También relató que, poco después, se personó el hermano de Jessica y que se dirigió a J.C.E.I., increpándole y preguntándole “qué le había hecho a su hermana”. “Ahí nos dimos cuenta de que conocía a la chica, pero no había dicho nada, ni hizo nada para avisar a la familia”, reiteró la testigo, mientras ella y otros testigos fueron los que se preocuparon de buscar documentación en la guantera y, gracias a unas facturas de un taller, pudieron avisar a este establecimiento y sus responsables llamar a la familia de Jessica. 

Otra testigo coincidió en señalar que J.C.E.I. estaba “tranquilo” y que no explicó las circunstancias del accidente, limitándose a decir que había sido “muy rápido” e “dejando caer que había sido la chica la que se le había echado encima”. “Me llamó la atención que en ningún momento dijo que conocía a la chica, y nosotros estábamos desesperados por saber quién era y poder avisar a su familia”, indicó. En la misma línea, varios testigos más ratificaron que el acusado estaba “impasible”, afirmando que estaba “bien” y “controlando la situación en todo momento, sin apartar la vista de ella”.

También comparecieron como testigos, a propuesta de la defensa, la madre y la hermana del acusado, que explicaron que no se produjo ningún incidente ni hubo motivo concreto por el que la relación entre su familia y la familia de Jessica se hubiera enfriado. Al respecto, dijeron que nunca nadie del entorno de la chica o ningún vecino les dio noticias de que J.C.E.I la estuviera vigilando o acosando.

Sanitarios

Los profesionales sanitarios que atendieron a la víctima en el lugar del accidente, así como los médicos forenses que elaboraron el informe sobre las lesiones y fallecimiento de Jessica, hablaron ante el juez ayer.

Tanto la médico como la enfermera de la ambulancia medicalizada que realizó el traslado de la chica al hospital Álvaro Cunqueiro coincidieron en señalar la gravedad de su estado. 

Así, la facultativa que la exploró en el lugar del siniestro confirmó que presentaba un traumatismo craneoencefálico “muy grave”, con una puntuación de 5 en la escala Glasgow (de un rango entre 3 y 15). Estas dos profesionales, así como una técnico de emergencias sanitarias, han reconocido que, mientras estaban actuando allí, percibieron un ambiente de “tensión” y una “discusión”, aunque no supieron precisar quiénes la protagonizaron ni sobre qué era la disputa. Finalmente, los forenses han ratificado la gravedad de las heridas que presentaba Jessica cuando llegó al hospital. “Eran lesiones de tal entidad que se produjo un deterioro muy rápido. Era cuestión de horas que muriera”, dijeron.

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