La candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad llega hoy a un momento clave. El Consejo del Patrimonio Histórico Español decidirá hoy si escoge esta comarca natural para presentarla ante la Unesco. El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, anunció ayer este paso tras el Consello de la Xunta.
Para aumentar las posibilidades de éxito, la Xunta optó por un cambio de enfoque, apostando por el agua como elemento central de la propuesta. Así lo explicó el conselleiro de Cultura en funciones, Román Rodríguez. Detalló que la candidatura se centra ahora “en como se xestiona a auga, como o paisaxe se modifica por esta xestión e como interveu o home nesta xestión”. Rodríguez acudirá al encuentro del Consejo en La Palma, donde el equipo redactor expondrá la propuesta. Luego, será debatida y sometida a votación.
Rueda destacó “un dos maiores tesouros patrimoniais de toda España”, más de 16.000 hectáreas de 22 concellos y es Bien de Interés Cultural (BIC). Añadió que resalta su riqueza “paisaxística, cultural e enogastronómica” y que la Xunta espera que “obteña este recoñecemento internacional”.
El Ejecutivo autonómico cambia el planteamiento después del traspié de 2021, cuando el proyecto se encontró con un informe desfavorable del Icomos, el organismo que asesora a la Unesco en el trámite de evaluación de las candidaturas. Entonces, Xunta y Gobierno central acordaron posponer el último paso en la presentación de la candidatura.
La idea central de aquel primer intento era poner en valor la sacralización del territorio. La Ribeira Sacra consiguió dar los pasos necesarios para ser una de las 24 propuestas que se iban a someter a debate por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco. No obstante, el Icomos objetó el impacto de los embalses y la desacralización, como la conversión de monasterios a usos seculares.
Frente a este escollo, desde la administración autonómica han puesto sus ojos en otro activo de la Ribeira Sacra: el agua. El Consello de la Xunta en funciones evaluó el documento definitivo que el Consejo examinará hoy, dándole el visto bueno. Román Rodríguez detalló que este texto recoge el trabajo llevado a cabo desde que se congeló la candidatura en 2021. En todo caso, de prosperar la propuesta hoy en La Palma, la Unesco no tomará una decisión definitiva hasta 2026.
Después del paso atrás de 2021, la Xunta decidió “reformular, fortalecer e mellorar” el expediente de manera coordinada con el Gobierno central. Los técnicos de la Consellería “intensificaron o traballo” para seguir las recomendaciones del Icomos y, además, se amplió el equipo que trabajaba en la coordinadora.
