El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lamenta que se vea “como delito” que pueda hablar con otros presidente de comunidades autónomas gobernadas por el PP, mientras se “aplaude” reunirse con el expresidente catalán Carles Puigdemont. Tras inaugurar una escuela infantil en Cuenca, Page se quejó de la posición de su partido: “O sea que si yo me reúno con Puigdemont, me aplauden. Pero si me reúno con el presidente de Andalucía, se disgustan. Me parece que ese no es el país en el que yo creo”.
Sobre las palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien lo acusa de querer ganar notoriedad con sus críticas al Gobierno por negociar con los independentistas, García-Page le respondió que no se preocupe por su notoriedad. “Yo ya con la edad que tengo no voy a crecer ni voy a tener un palmo más, ni políticamente ni físicamente. A mí lo que me preocupa, como le preocupa a todos los españoles, es la notoriedad de Puigdemont. De eso es de lo que se tiene que preocupar”, dijo.
Y añadió que él opina dentro del PSOE y que “cuando uno va al baile tiene que estar preparado a que le pisen”. En este sentido, afirma que no le preocupa que haya debate y diálogo y que lo “realmente importante” es que están pasando “muchas cosas” en España. “Creo que es más importante que se pueda hablar de ellas que no pasar de puntillas y yo no estoy dispuesto a pasar de puntillas”.
Respaldo
Page recibió el respaldo del secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, quien sostuvo que el presidente regional “tiene derecho a marcar su opinión”. “Relativizar las cosas y naturalizarlas en democracia y trasladar opiniones y dar tu opinión no significa querer abrir ningún tipo de guerra”, señaló Gutiérrez. Y subrayó que García-Page también ha dicho que comparte el 90 por ciento del resto de políticas que están poniéndose en marcha por parte de los socialistas en el Gobierno central, “que son las que más le interesan a la ciudadanía”.
Mientras, desde el Gobierno, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, precisó que tiene una “magnifica relación personal” con el presidente de Castilla-La Mancha, al que recomendó que no se deje utilizar por el PP tras sus críticas al PSOE nacional -al que Page ve “en el extrarradio” de la Constitución por sus pactos con los independentistas catalanes-. “Me molesta, me apena. Yo no permitiría que me utilizase el Partido Popular”, dijo Torres después de Page haya mostrado sintonía con los presidentes populares de la Comunidad Valenciana, Andalucía y Región de Murcia.
