La banda viguesa Too Many Villains cuenta con un sonido que hace retroceder al pop-rock de los años 70, pero con una fusión de grunge, indie y trazas de country. Integrada por cinco músicos, la llegada en 2023 de Verónica fue un soplo de aire fresco y una posibilidad de ampliar su estilo musical. Llenos de armonías vocales, con mucha importancia a la lírica y a los solos de guitarra, estrenan su nuevo trabajo “Pieza rara”, que se presentará el 2 de marzo en La Pecera.
Un nombre curioso para una banda. ¿Dónde nace?
Juan: A estas alturas ya es difícil crear una banda con un nombre que no esté cogido (se ríe). Más que el nombre, me gusta el concepto que ofrece. Nace de una de nuestras primeras canciones, “Wasted Time”, donde hacíamos una reivindicación a que la gente se levantase contra las injusticias. En el estribillo decíamos que hay demasiados villanos en el mundo. Y viene de esa frase.
El primer villano que tuvieron fue el covid.
Gonzalo: Fue una época dura. Empezamos como banda en enero de 2020. Dimos el primer concierto, las sensaciones eran buenas y de golpe llegó la pandemia. Pero pudimos aprovechar el tiempo. Teníamos en mente crear un proyecto musical sólido, desde abajo, y fue frustrante. Igual que los siguientes pasos, viendo el público con la mascarilla.
El sonido que pretenden mostrar recuerda mucho a esa esencia setentera. ¿Dónde sale la creación y la inspiración?
J: Nos dejamos influir entre nosotros. Está claro que la base del grupo son las guitarras, lo hacemos por ella. Tiene un peso importante y buscamos siempre que haya un juego entre los dos guitarristas donde él (por Gonzalo) lleva la parte principal y yo hago los arreglos. Además, nos gusta hacer solos que encajen en la canción, algo que se ha perdido.
Para la voz y los coros han incorporado a Verónica recientemente. ¿Qué aporta a Too Many Villains?
J: Nos permite que ella tome la riendas de las canciones en la voz, porque en ese aspecto somos muy complementarios. Nos da amplitud musical, que la banda tenga más grupos dentro de ella. En nuestro disco te puedes encontrar con temas muy diferentes, donde pueden cantar todos, hay coros, solos de guitarra, canciones más lentas…
Y un buen ejemplo se puede ver en “Pieza rara”, su último trabajo.
G: Totalmente. Además, la diferencia de hacer versiones a canciones propias es que las segundas las creas tú. Eso engancha. Tocar una buena versión mola mucho, pero el hecho de tener un tema que tú mismo has pensado y reflexionado, adaptado a tu manera de tocar, es maravilloso. Con “Último Romántico”, una de las canciones del nuevo trabajo, la estrenamos en un concierto recién salida de la sala de ensayo y, cuando vimos la reacción del público, sabíamos que teníamos entre manos algo muy bueno.
¿Cómo ven la escena musical viguesa actualmente?
J: Vigo siempre fue muy activa. Ahora está algo dividida: está el pop-rock como el nuestro y luego gente joven con rap y reggaeton, que tienen su hueco. Pero últimamente vemos una tercera parte que es la fusión con lo tradicional, donde la parte vocal es muy importante. Atrás quedaron los tiempos donde los locales se llenaban con grupos locales con estilo propio.
G: Si de algo me di cuenta es que la gente joven está mucho más preparada de lo que estábamos nosotros. Antes empezábamos cuatro amigos, y ahora ya desde muy chicos ya muestran un talento brutal para la música.
