La verdad es que estamos muy contentos con todo lo que hemos obtenido con lo que tenemos. Hay que agradecer al Marcote toda la ayuda que nos prestan para poder entrenar allí y también a la Xunta y al Concello de Vigo, que sin ellos no sería posible llevar adelante el proyecto. En la actualidad tenemos un centenar de fichas y somos el club de béisbol más potente de Galicia, a pesar de que jugamos como locales en A Coruña, en el Acea da Ma. Sé que el ayuntamiento está haciendo un esfuerzo para conseguir un campo en condiciones y es lo que nos gustaría. Jugar allí significa que estamos todos los partidos fuera de casa, los de local y los de visitante. También nos implica que no hay arraigo, los amigos de los niños no pueden venir a verlos, no podemos poner una cafetería, ni vender camisetas, ni poner lonas de los patrocinadores porque no jugamos en nuestros campo. Estamos en todas las categorías y creo que es un éxito. Con nuestros hándicaps y nuestras dificultades. Creo que si lo resolvemos y si conseguimos ese campo que los niños de Vigo se merecen, esto avanzará mucho.
En el día a día, entrenan en el Marcote y juegan los equipos de menor edad porque el campo no da para más, es más pequeño de lo reglamentario.
Sí. El campo del Marcote y le agradecemos mucho la colaboración, tiene las medidas más pequeñas porque no hay más espacio. Sí que la Federación Galega nos permite jugar a los infantiles y los alevines allí, a pesar de que las medidas no son las mínimas, porque piensan en la cantera. Para entrenar está bien y nos permite mantener el día a día.
¿Por qué decide acceder a la presidencia?
Fundamentalmente, por los niños, para que puedan llegar al lugar que merecen. Los padres hemos dado un paso adelante porque vimos que Fernando, que es el actual entrenador y fue presidente muchos años, no puede llegar a todo. Creemos que hay carencias en la entidad y pensamos que un nuevo enfoque puede ayudar a solventarlas. Sí pensamos que, deportivamente, el trabajo ha sido impecable. Pero en la gestión y la administración se puede mejorar y en ello estamos.
¿Qué ideas tienen?
Nuestras ideas pasan por llegar a acuerdos para tener unas instalaciones que nos permitan jugar como locales en Vigo. Sería un paso adelante brutal para nosotros. Nos pondría al club en el mapa y, después, también queremos introducir mejoras en todos los ámbitos, en la administración, a nivel económico, en la gestión de las redes sociales y en las relaciones con otros estamentos. A nivel deportivo, que siempre se puede avanzar, creo que la situación es ideal. Tenemos unos equipazos, pero es la administración lo que creo que se puede dar un paso adelante.
¿Cómo se hace la captación?
Un niño, al principio, puede jugar en Vigo y los entrenamientos son buenos. Incluso hacemos campamentos en verano a los que vienen jugadores de toda España. Lo que sucede es que si al pequeño le gusta el deporte y sigue en el béisbol, ya se ve desplazado a viajar hasta A Coruña cada fin de semana. Y, la final, los buenos terminan quedándose allí a jugar porque es el lugar en el que encuentran el sitio ideal para hacer este deporte. Y también nos pasa mucho cuando entran en la universidad. Si tienen que escoger, optan por A Coruña o lo dejan por los desplazamientos. Llega una edad que, si tienes el nivel, puedes seguir con ambas cosas. Pero si no hay facilidades, el deportista tiene que elegir y dejar a un lado al béisbol porque no va a viajar todas las semanas.
El béisbol, al tener mucho tirón en América, normalmente atrae a muchos jugadores sudamericanos. Creo que en el Trasnos los hay, pero sin ser mayoría.
En ese sentido estamos muy contentos de poder formar una cantera lo suficientemente amplia para que entre el 60 y el 70% de los jugadores sean vigueses. Esto supone, también, que en un Campeonato de España, están los jóvenes de Vigo. Además, tenemos jugadores polacos, estadounidenses, cubanos, venezolanos… Son minoría en el club, pero esto supone que tienen una integración total. Es una piña y no se ve el eres de aquí o de allí. Estos jóvenes que vienen de fuera se integran en Vigo a través de un deporte que conocen y que disfrutan. Nos parece una sinergia muy bonita.
En ocasiones ocurre que si un menor llega ya con cierta edad a un lugar nuevo, se queda algo aislado y el club sirve para que no sea así.
Se consigue ser una especie de aciete que limita las fricciones y que ayuda a la integración de los jóvenes que vienen de fuera a través del deporte y también ayuda a la apertura de miras de los vigueses porque se hacen amigos de gente que tiene una visión de vida muy diferente a la de ellos. Y, además, el béisbol, pese a que es un deporte ajeno, todo el mundo lo pudo mamar porque nos llega a través de películas. Algo de idea todos tenemos y, cuando lo ves en directo, es muy impresionante verlo. Y, para poder disfrutarlo a todo, tiene que gustarte y conocer las reglas.
¿Cuánto costó sacar un equipo femenino?
Mucho, mucho. Tenemos un equipo softball de niñas menores de 15 años. También tenemos un equipo mixto absoluto de softball. Esta cultura americana juega a nuesro favor para captar gente y, después, se hace una labor muy importante en los colegios. Se colabora con las clases de gimnasia, se dan clases y Fernando, el entrenador, tiene un talento con los niños. Pone a los niños de más nivel con lo de menos, y es capaz de crear piña e integrar a todos hasta el punto de que sube el nivel de todo el equipo. Los de menos nivel avanzan mucho y los que tienen más capacidad, al disponer de un gran número de jugadores en el Trasnos, siempre tienen alguien con el que jugar y en otros lados no sucede.
¿Cómo llegó al club?
Mi pareja es estadounidense y ella sí que ha jugado en la universidad. Le gusta y nuestros hijos están en el club. Lo que más nos ha gustado es esa integración de diferentes culturas y, entre ellas, la estadounidense, que es la que impera en nuestra casa. Además, ahora, por suerte tengo más disponibilidad de tiempo y voy a intentar poner los conocimientos que he adquirido en mis diferentes etapas profesionales al servicio del club para intentar que crezca un poco. También queremos hacer más asequible el deporte porque el béisbol, aunque no lo parezca, es muy caro. Una bola, si se moja, ya no vale y cuesta bastante. Se precisan 18 para un entrenamiento… El equipamiento es caro porque un guante bueno igual cuesta 70 euros, el casco, las botas… Por eso, también buscamos que sea más atractivo.
¿Qué actividades hacen?
Organiamos campamentos de verano a los que vienen jugadores de toda España para estar con nuestros entrenadores. También colaboramos con otros clubs y alguno de nuestros jugadores va a un Campeonato de España con otros equipos. Si conseguimos el campo, creo que conseguiremos mandar a equipos nuestros a los estatales y eso sería un paso adelante enorme. Y, por último, gracias al béisbol, un niño puede llegar a encontrar un hueco en una universidad estadounidense. Y ellos también buscan que puedan llegar internacionales a un deporte tan popular allí.
