Javier Akerman: "No quiero una lucha entre ciencia y fe, la Iglesia y el Estado deben estar separados"

Javier Akerman visitó Atlántico para charlar sobre medicina y religión.
photo_camera Javier Akerman visitó Atlántico para charlar sobre medicina y religión.
"No renegamos de la medicina tradicional, la naturopatía puede ser complementaria a ella", dice

La trayectoria del vigués Javier Akerman es, cuanto menos, peculiar. Cuenta con una experiencia en medicina naturópata, vive la religión cristiana sin ataduras de ningún tipo (antes fue pope protestantes y ahora pastor anglicano) y ha escrito varios libros para guiar los caminos en busca de la felicidad. 

 

 

¿Qué beneficios tiene la naturopatía?

Es una rama enfocada en la salud y no en la enfermedad.La medicina, con todos sus avances que no renegamos, es una ciencia que puede ser integrativa. El enfoque es la búsqueda de remedios que se centran cuando el cuerpo está fallando. Más que ver un enfermo, vemos que es alguien que ha perdido parte de la salud. El cuerpo cicatriza, tiene una fuerza de curación natural. Entonces, a través de complementos dietéticos y la alimentación, se pueden encontrar soluciones a ese desequilibrio. Ahora se va conociendo la importancia de la alimentación incluso para enfermedades inmunodeficientes o la depresión. Hemos recibido críticas, pero es por falta de información. Basta con leer para enterarse que lo que estamos haciendo no rompe para nada el paradigma científico. 

Llama la atención la práctica de la hipnoterapia en esta rama de la salud. 

 El concepto que tenemos de hipnosis está equivocado. Nos han enseñado que se basa en un péndulo que te coloca los ojos al estilo Drácula.Es tan solo un enfoque de introspección puntual, con objetos o palabras del hipnoterapeuta, para acceder a áreas de tu consciencia que en la vigilia no se es capaz. Y accedemos para ayudar a realizar un tratamiento para algo tan importante como las fobias, los trastornos o el insomnio. Pero es una herramienta, no un ‘curalotodo’. 

¿El yoga es una disciplina que ayuda al engranaje necesario entre cuerpo y mente?

La raíz de la palabra yoga significa “yugo”, o “unión”. Es lo que te une con tu aspecto divino. Es un vehículo a través del cuerpo que te lleva a la mente, en el sentido del sufrimiento. Nos facilita un contacto con otra personalidad. Te va enseñando qué es lo prescindible de la vida para, voluntariamente, lo puedas eliminar. A mis alumnos les recomiendo que, antes de hacer algo, respiren tres veces, porque si lo hacen tal vez luego no tengan que arrepentirse de lo que van a realizar. Y nos quitaríamos de muchos problemas. 

Escribió un libro titulado “101 perlas budistas y cristianas para alcanzar la felicidad”. ¿Alguna en especial?

Escribí el libro para explicar qué hace un sacerdote cristiano metido en el budismo o el yoga tibetano. Creo que todo camino es respetuoso, siempre y cuando sepas escuchar y respetar. Todo lo que adoctrine es un fanatismo ciego, y ahora vivimos en una teocracia donde la ciencia intenta desterrar a la fe. Yo no quiero una lucha entre ellos, soy partidario de que iglesia y estado deben permanecer separados, cada uno en su ámbito privado. Todo ello bajo el respeto por los derechos humanos. Entonces diría que una perla es que cada uno, con sus zapatos, marca su propio camino. 

¿Cómo pasó de ser integrante en la iglesia ortodoxa a ser arcipreste en Galicia del anglicanismo?

Nací en un ambiente católico no practicante. En 1977 hice un viaje por toda Europa, y en la antigua Yugoslavia conocí la doctrina ortodoxa. Me pareció muy mística. Pasado el tiempo, fui ordenado sacerdote en el patriarcado de Serbia porque los hombres casados no podíamos hacerlo en el catolicismo. Y es que para mí, iglesia solo hay una, el resto son enfoques. Ortodoxo significa recto, y veían a un cura algo budista y no lo entendieron muy bien. Empecé a no sentirme cómodo y me salí. Se dice que no hay casualidades y me encontré con la iglesia anglicana. Ahí sí me sentí como en mi casa. Es una igualdad absoluta, y se basa en tres principios que me representan: escritura, religión y razón. 

La pandemia, ¿qué sensación le dejó?

Fue un antes y un después. A algunos les sirvió para parar, reconectar con todo aquello que habían olvidado, como leer o pintar. Pero fue un momento donde nos encontramos de bruces con la realidad, y es que somos débiles como especie. Depresión, ansiedad, falta de sueño…Rompió con la zona de seguridad de todos.

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