Belén Barreiro, presidenta del Club Rotary Vigo

Belén Barreiro: "Para ser rotario hay que tener ética y honestidad privada y profesional"

Belén Barreiro, en el set de Atlántico TV.
photo_camera Belén Barreiro, en el set de Atlántico TV.

Belén Barreiro es la presidenta del Club Rotary Vigo, una organización fundada en 1905 en Chicago por empresarios e industriales con ideas filantrópicas y que se definen como un movimiento global de solidaridad constituido por voluntarios de distintos ámbitos profesionales. Este año en Vigo premiaron a la Brilat, la brigada gallega del Ejército.

 

 

Resulta llamativo que el Club Rotary es uno de los más antiguos de España.

La importancia es total, dado que este club se funda en 1905 en Chicago y llega a Vigo en septiembre de 1926, es el primero de Galicia y cuarto de España. El peso en Vigo debería ser mayor.

Y, sin embargo, es casi un desconocido, ¿por qué?

Porque hubo un ‘impasse’ en España, donde no hubo reuniones. Si uno viaja a Portugal, lo típico desde aquí, nos encontramos con que todas las rotondas de bienvenida de los pueblos hay una gran rueda de Rotary. Es decir, el arraigo es mayor, simplemente esa es la razón.

¿Qué hace a Rotary distinto de otras agrupaciones filantrópicas?

Desde su nacimiento lo que se intentó es reunir a personas que pudiesen aportar a la sociedad, pero cada uno desde sus puestos de profesionales. Esto, como la sociedad, ha cambiado y nos vamos adaptando. ¿En qué se podía ayudar antes?, pues en cosas derivadas de guerras, penurias, emigraciones y demás. Hoy en día eso se cubre de otras formas y nosotros devolvemos a la sociedad aquello que nos da pero de forma local. Asimismo, tenemos una fundación, Fundación Rotary que ayuda. Pero también nace por personas que intercambian ideas y se nutren unos a otros, porque el Club Rotary nace en un país muy grande donde se desplazaban profesionalmente, pero el amparo social era poco. Si ahora pensamos que nos reunimos en pro de la amistad, con ética y honestidad, pero también para debatir problemas locales, pero desde la perspectiva de cada uno, desde su profesión, debatimos sobre las políticas, la localidad, el globalismo, todo.

¿Cualquier persona puede ser rotario?

Antes tenían que ser profesiones liberales, hoy en día se ha abierto en todo el mundo y  puede ser cualquiera que reúna una ética y honestidad no solo en su vida privada sino profesional.

Parece un poco como la masonería.

No, esa es la confusión que hay. Por supuesto la masonería tiene su traza y Rotary absolutamente la contraria. Es un club abierto. Casi siempre tenemos que explicar lo que no somos, porque se da esa confusión. Trabajamos de forma altruista, pero amparando profesiones liberales que se ponen al servicio de la comunidad, no de personas, para devolver lo que la sociedad ha dado.

¿Cuál sería el impacto que tienen los rotarios en general y en Vigo en particular?

Tratamos de abarcar esas tres facetas, el altruismo, el aportar socialmente y hacer reconocimientos. Es lo que se hizo este año a nivel local, dividimos el año en tres partes, una se la hemos dedicado no solo al altruismo sino a la ciberseguridad, otro trimestre a medio ambiente y el último a la salud. Llamamos a profesionales de cada ámbito, hacemos ese tipo de conferencias e intentamos ver qué podemos aportar en estos sectores este año, para el próximo serán otros. Igual en el altruismo, hemos intentado ayudar a la investigación de la leucemia, hicimos colaboraciones con Aldeas Infantiles y a una asociación provida que ayuda a niños de 0 a tres años, y sobre los reconocimientos de los que hablaba van más allá.

Este año premian a la Brilat en su fiesta en el pazo de Cea, en Nigrán, el próximo 19 de mayo a las 20 horas. ¿Por qué el premio a esta unidad del Ejército?

Porque tenemos en común muchos valores. Esa ética, esa honestidad, el buscar la paz, que es algo que hace la Brilat. No ayudan solo en catástrofes, hace muchas cosas más. Nos acordamos en el reciente covid. Aportan desde su punto no solo la defensa, sino estar ahí a nuestra disposición. En Galicia tienen un peso determinado. Estamos en la misma línea, devuelven mucho a la sociedad.

Llama la atención que sea una mujer el presidente del Club Rotary, porque hasta 1980 estaban vetadas.

Era un proceder de entonces aunque no estaban del todo vetadas, había un club paralelo para las mujeres e hijas de rotarios. El mundo evolucionado y gracia a Dios ahí estamos.

¿Tiene algún deseo para el centenario de los rotarios en Vigo?

Primero, que todo el mundo puede venir a nuestras reuniones para que vean lo que es y la sociedad encuentre cobijo en ello.

Una cosa que mucha gente desconoce es que en Vigo tienen un monumento dedicado en una rotonda, la situada frente al centro comercial A Laxe.

Yo se lo agradezco a Rafael Llano, que fue el promotor, gran compañero, todos los son porque todos aportan su grano de arena. Él bastante. Hemos solicitado al ayuntamiento si podemos nombrarla como tal, ya que no tiene nombre, está vacante, no está bautizada como tal en el callejero de Vigo y qué menos que en el centenario podamos tener esa satisfacción. 

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