Antonio Viaño (Vigo, 1970) asumió el pasado mes de febrero la presidencia del Club de Remo Chapela, heredándola de Julio Prado, después de cinco años en la directiva. Asume que tanto él como sus compañeros de junta todavía está aprendiendo, pero tienen claro el método y no será por falta de ambición. El objetivo, que no el sueño, es llevar a Redondela a la Liga ACT y a la Liga Euskotren.
¿Cómo le llega el cargo?
No es que estuviese deseándolo. Me llega, más que nada, por antigüedad. Entramos una serie de gente nueva en la directiva hace cuatro años, yo hace cinco, y como el que arrastró un poco a los demás fui yo… Me va tocando. Julio Prado nos había planteado su decisión de ir dejando sus funciones. Llegó el día y había que cumplir con lo que te habías comprometido.
Personalmente, ¿estaba ligado al remo?
Para nada, ni al remo ni al deporte en general. Pero tengo una hija que con 13 años empezó en el club. Se enganchó y, detrás, me enganché yo. Es muy importante. Que los padres pongan interés en lo que hacen los hijos ayuda mucho a que ellos también pongan interés. Ahora, ella ya tiene 23 años pero sigue remando. Espero que, al menos, mientras yo sea presidente que siga.
¿Y cómo están yendo estas primeras semanas en la presidencia?
Nos atropella un poco el día a día, un día tras otro. No nos habíamos planteado la de cosas que hay que hacer. Nos coincidió con el inicio de la temporada de bateles, con nuestra regata a finales de mes y hay que organizar mil cosas y pedir mil permisos. Los que estamos en la directiva tenemos trabajo, aunque con horarios más o menos flexibles. Tenemos tiempo de tarde para hacer todas las cosas.
A grandes rasgos, ¿cuáles son los objetivos que se plantean?
La gestión está un poco anticuada. Por ejemplo, las inscripciones en las regatas, que todo ahora se hace por plataformas on line. Es algo que no dominábamos. Tampoco las redes sociales y ahora nos está ayudando Andrea. Adaptarnos a los nuevos tiempos y conseguir que la gestión sea más ágil.
Y el trabajo de la base como principal.
Básicamente, es lo que nos mueve a todos en la directiva. Que los niños se acerquen al club, que practiquen un deporte y que tengan un espacio para hacerlo. Luego, evidentemente, los niños se hacen mayores y tienen que tener una salida un poco más profesional, aunque no sea un deporte profesional. Una salida competitiva al más alto nivel. Es lo que buscamos. Lo que más nos gusta, aunque nos gusta toda la temporada, es esta época de bateles. Estar con los niños, darles la ropa, darles el bocadillo…
¿Se buscará la identificación con la parroquia de Chapela?
Somos un barrio de Vigo y una parroquia de Redondela. La mitad del club es de Teis y la otra mitad de Chapela. No hay frontera.
Ya asoma la temporada de traineras, con los dos equipos en la primera categoría autonómica. ¿Cuál es el objetivo con ambas?
El mismo en ambas. La idea de la directiva es ganar la liga, llegar al play-off y lo que venga, que venga. Luego, dependerá un poco de las plantillas que pudiésemos hacer. La intención es ganar todo.
¿Las plantillas ya están cerradas?
La masculina ya está más o menos cerrada. La femenina es un poco más difícil porque hay menos remeras, pero también está más o menos. Contamos con la gente de todos los años, además de una gran parte de canteranas, que es la suerte que tenemos. El equipo femenino de Chapela siempre fue puntero. Estamos muy contentos con ellas, que a veces hasta nos sacan de paseo por esos mundos.
¿Se puede soñar con la Liga ACT y la Euskotren o son palabras mayores?
No son palabras mayores, podemos soñar con ellas. Depende de muchos factores. No sólo del aspecto económico, sino también de la vida privada de los remeros porque supondría un esfuerzo muy grande. Hay que hablarlo con más detalle y ser prudente. A la directiva, nos encantaría. Los aficionados y los socios de Chapela están deseándolo. El patrocinador principal, Wofco, también lo desea. Y supongo que al Concello de Redondela le encantaría. Pero tiene sus dificultades.
Todo bajo el comando de Juan Zunzunegui.
Es el entrenador principal del club y cuenta con cinco colaboradores. Estamos muy contentos con él, intentando exprimirlo. Mientras esté con nosotros, que ojalá dure mucho, nos vendrá de maravilla. No puedo decir nada malo de él. A pesar de que tiene su prestigio, no es ninguna estrella y el trato es muy cercano. Su implicación es máxima y está dispuesto a todo, incluso a cosas que a veces le pedimos que dices uff…
¿Es importante tener ese referente, tanto en su vertiente de entrenador como de remero?
Desde luego, incluso para nosotros, que aprendemos mucho de lo que nos dice. Él tiene mucha más experiencia de años viendo directivas y cómo trabajan.
¿Cómo está el club en cuanto a instalaciones?
Justitos, a pesar de que somos de los que mejor instalaciones tienen en la Liga Galega. No nos podemos quejar. Estamos en el bajo de la piscina de Chapela y hay clubs que no tienen ni la cuarta parte de espacio. Pero se nos queda justito porque tenemos mucha gente y mucho material para almacener: barcos, gimnasio, ergómetro… Vamos justos.
¿Hay algún proyecto de ampliación?
Estamos haciendo gestiones a ver si podemos lograr que alguna administración nos ceda algún espacio. Lo que todas las asociaciones. Todos estamos a lo mismo, compitiendo por espacio público.
No deja de ser una buena señal, en el sentido de que demuestra que el club tiene muchos remeros.
Por supuesto que sí, si tuviésemos sólo dos categorías…
¿Cuántos remeros mueven?
Ahora mismo, sobre 120 o 125 fichas. Desde séniors hasta alevines. Estamos cojos en la categoría alevín femenina porque no juntamos para hacer un barco. Depende del año. Siempre tuvimos pero este año la escuela de verano, que siempre utilizamos para enganchar a los niños de cara al invierno, en esa edad no fue tan amplia como otras veces. Para el año, esperamos gestionarlo de otra manera. Creemos que ya sabemos la causa y esperamos mejorar la escuela de verano para tener más fichas.
