Las ventas al extranjero desde el puerto de la ciudad alcanzaron en 2023 un valor total de 1.482 millones de euros, frente a los casi 2.000 que se importaron desde el exterior
La pesca de Vigo y la provincia exportó capturas el 2023 por un valor total de 1.386 millones de euros, 24 millones menos que el año pasado. Se trata del 82% del valor de las exportaciones de pescado, crustáceos, moluscos y otros productos del mar de Galicia, un porcentaje similar al de los últimos años y superior al de hace una década, cuando suponían alrededor del 75%.
En el conjunto de la comunidad, las ventas al extranjero alcanzaron los 1.813 millones de euros según los datos del Instituto Galego de Estatística. Si bien también se produjo un descenso de 26 millones, el valor de las exportaciones pesqueras se encuentra en máximos de los últimos 20 años, solo superadas por las de 2022, aunque detrás de estas cifras está también en parte el efecto de la inflación. Con todo, este año el valor de las exportaciones de la pesca gallega supuso cerca de 1.000 millones más que el de hace una década, prácticamente el doble.
Si bien Vigo y Galicia son uno de los mayores productores de pesca de Europa, las importaciones de productos del mar siguen siendo mayores a las ventas al exterior. En 2023, en el conjunto de Galicia el valor de las compras de pescado de otros países ascendió hasta los 2.413 millones de euros. En el caso de la provincia con Vigo como puerto de entrada, las importaciones alcanzaron los 1.963 millones, el 81% del total.
Con todo, una parte importante de las importaciones que llegan al puerto de Vigo se corresponden con la flota de las sociedades mixtas con capital gallego, establecidas en caladeros como los de Malvinas, Argentina o Namibia.
Vigo y Galicia se mantienen así como una excepción en Europa en cuanto al consumo de pescado, ya que en el conjunto de la Unión Europea el 70% del pescado consumido proviene del exterior, sobre todo de origen asiático. Por esta razón, el sector reclama a Bruselas medidas que favorezcan la producción comunitaria en lugar de reducirla, como el cierre de 87 zonas en el Atlántico o el Plan de Acción que plantea vetar el arrastre en el 30% de las aguas para 2030.
