Trabajadores de la viguesa Soling acusan a la empresa de “cierre camuflado”

Sede de la viguesa Soling Instalaciones.
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De un día para otro, la auxiliar del naval comunicó a su plantilla de 70 trabajadores un permiso retribuido de tres semanas y abandonó los trabajos

La empresa viguesa auxiliar del naval Soling Instalaciones dejó en la estacada a sus trabajadores y a sus clientes, entre ellos astilleros de Vigo. De un día para otro comunicó a la plantilla, formada por unas 70 personas, un permiso retribuido de tres semanas y abandonó los trabajos que estaba llevando a cabo en varias factorías navales de Vigo, Asturias y País Vasco, donde tenía gente desplazada. “Es un cierre camuflado, no hay notificación oficial de venta ni nada, ya lo denunciamos ante la Inspección de Trabajo”, apunta Xulio Fernández, secretario comarcal de la federación de industria de la CIG, que tiena la máxima representación en el comité.

El viernes pasado la empresa comunicó a los representantes de los trabajadores que la compañía había sido vendida el pasado mes de enero, algo que “nos dejó atónitos al ver a una persona aparecer por la puerta que se presenta como el nuevo administrador”. Yakov Villasmil es su nombre, que en la red profesional LinkedIn figura como vinculado al sector inmobiliario. “No sabemos nada de él”. “El lunes se comunica a los trabajadores que se vayan para casa y ahora vamos a diseñar la hoja de ruta, a la espera de tener una reunión con Inspección”, argumenta el portavoz del sindicato, que ayer por la tarde iba a celebrar una asamblea con los trabajadores para dar cuenta de los sucedido.

La federación de industria de CC OO en Vigo hace un llamamiento ante la “deriva de las empresas del metal que de forma alarmante están acumulando impagos”.

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