Stellantis Vigo retomó ayer la producción tras el parón navideño de manera parcial. Se incorporó la mitad de la plantilla -formada por 6.500 personas- con el sistema 2 -donde se ensamblan las furgonetas- en funcionamiento, mientras que hoy lo hará la línea 1 -donde se montan los sedanes y el SUV-.
La factoría de Balaídos estrena el año con buenas previsiones de actividad tras firmar en 2023 la segunda mejor marca de su historia: 531.000 coches fabricados. La buena marcha de la planta se verá reforzada una vez el grupo le adjudique la plataforma industrial para vehículos eléctricos, que el centro tiene garantizado. Así se lo hizo saber el CEO, Carlos Tavares, en la visita que hizo a Vigo a finales de diciembre, si bien el anuncio oficial está a la espera de las ayudas económicas que este proyecto reciba del Gobierno a través del Perte del vehículo eléctrico y conectado (VEC), todavía pendientes de adjudicación.
Una vez se asigne la plataforma a Stellantis Vigo, el grupo formalizará nuevos modelos para garantizar la actividad para la próxima década. Por lo pronto, la próxima generación de las furgonetas ya están garantizadas, según transmitió Tavares a los sindicatos, y será necesario un coche nuevo para la línea 1, donde pronto se dejarán de fabricar los sedanes C-Elysée y el Peugeot 301, que está previsto que finalice su montaje a finales del primer trimestre de este año. La ‘jubilación’ de estos modelos permitirán ampliar la producción del SUV Peugeot 2008.
La producción de coches eléctricos se incrementó un 21% este año en la planta de Balaídos, que marcó el segundo mejor año de su historia. Ensambló un total de 531.732 coches, lo que supone un crecimiento de un 31,5% con respecto a 2022, colocándose a las puertas de su récord histórico alcanzado en 2007 con 547.000 unidades. Es la fábrica más productiva del grupo en Europa y líder entre las instaladas en España.
