Stellantis apunta hacia Zaragoza en lugar de Vigo para instalar su primera fábrica de baterías de coches eléctricos en España. Esta gigafactoría entraría dentro de los planes de inversión del grupo automovilístico en nuestro país, supeditados todos ellos a las ayudas económicas que conceda el Gobierno a través del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) que está a punto de fallarse.
La multinacional opta al reparto de fondos europeos con dos candidaturas. Por una parte está la construcción de una planta de baterías en Zaragoza, que supondría unos 3.000 millones de inversión y el grupo prevé recibir unos 200 millones en ayudas públicas, según publica el diario “Expansión”.
Por otro lado, estaría una plataforma eléctrica para la planta de Vigo y otra para la de Opel en Aragón que garantizarían carga de trabajo para, al menos, la próxima década en ambos centros. Es la STLA Small, infraestructura dedicada a los coches pequeños de Stellantis, que tiene un coste de 600 millones de euros, de los que el grupo espera obtener unos 100 con dichas ayudas públicas. En este caso, Vigo sí parece tener opciones a reales a conseguirlo, pero se quedaría fuera de juego de la ansiada fábrica de baterías, pese a contar con la mayor planta automovilística de España y que es pionera en electrificación. La planta de Balaídos ya recibió un portazo el año pasado en la primera convocatoria del Perte, a la que no pudo concurrir con la plataforma debido a los exigentes plazos que pedía el Gobierno.
Vigo, a la cola
El Ministerio de Industria asignó una cuantía mínima a la factoría viguesa, de 15,1 millones de euros a repartir junto con la planta de Madrid para llevar a cabo un proyecto menor de automoción reciclable, inteligente y sostenible. Opel Zaragoza recibió 52,2 millones y Seat Martorell fue la más beneficiada con cerca de 400 millones, casi la mitad de todo el presupuesto de la primera convocatoria del Perte. Industria tampoco concedió ayudas a la planta de Vigo para la construcción de un nuevo taller de ensamblaje de baterías y la fábrica de producción apunta hacia Opel Zaragoza.
El mutismo es absoluto en la planta automovilística y también en el seno del grupo, que en el último año blindó el futuro de otros centros en Europa y en el norte de África con inversiones millonarias. La adjudicación tendría que ser inminente para que la factoría de Balaídos pueda acometer las obras de gran calado que necesita esta plataforma para su implantación y que pueda estar en funcionamiento a partir de 2025, año hasta el que está garantizada la carga de trabajo en Vigo con los modelos que ensambla actualmente.
Industria resolverá en los próximos días la aprobación de proyectos para la segunda convocatoria del Perte que está dotada con 1.396 millones de euros en forma de subvención y de préstamo para iniciativas vinculadas a la producción industrial de coches eléctricos y de baterías. Por el momento ya falló a favor de la planta de Ford, que obtendrá 37,6 millones para el ensamblaje de baterías en su fábrica de Valencia y asignó 47 millones a la planta de Seat Martorell. Vigo, a la espera.