Grupo Ganomagoga, una de las industrias más potentes de Galicia, apunta al cierre tras casi medio siglo de vida. La dirección trasladó en las últimas horas a los trabajadores la firme decisión de acogerse al concurso de acreedores ante la crítica situación económica que padece y que se vio agravada en el último año por el impacto de la guerra de Ucrania, la ola inflacionista y los sobrecostes energéticos.
El grupo avanzó su intención de presentar un ERE de extinción de contratos que supondría el despido de las 200 personas que emplea en todas sus empresas. Son Talleres Ganomagoga, Aplimega, Ganomagoga Logistics y Cedval con instalaciones en Ponteareas, Mos, Porriño y Vigo, que están sin actividad y sin poder pagar a sus trabajadores.
“La empresa no es viable, no hay liquidez”, argumentaban ayer los empleados a los que deben parte de las nóminas. El grupo, con el que este diario intentó contactar sin éxito, se declara insolvente tras registrar el año pasado pérdidas millonarias. No obstante, en los dos ejercicios precedentes (2020 y 2021) obtuvo beneficios, de ahí que la sombra de una posible mala gestión empresarial se cierna sobre el conglomerado industrial.
Así lo recogían las pancartas que los trabajadores portaban hace unos días en Talleres Ganomagoga, la compañía principal del grupo que en los últimos años se convirtió en todo un referente a nivel internacional en fabricación de torres eólicas. Su trabajadores y los de Aplimega -dedicada a pintar los aerogeneradores- confían en cobrar parte de la nómina que les deben de enero y la de febrero tras lograr en las últimas horas desbloquear un pedido de torres para aerogeneradores para GRI en O Carballiño.
El comité de Cedval, filial dedicada a la fabricación de calderería para el sector naval, trasladó a la compañía que plantee un ERE de manera inmediata para que se puedan ejecutar los despidos y recurrir al Fogasa para cobrar. La plantilla teme que el proceso se dilate en el tiempo mientras se prepara la presentación del concurso voluntario de acreedores, así como la posterior designación de un administrador concursal por parte del juzgado.
Los trabajadores tienen nulas esperanzas en que la situación pueda reconducirse con el mecanismo del concurso de acreedores dada la situación de insolvencia del grupo y las deuda que contrae, el grueso con los proveedores.
El concurso de acreedores de Ganomagoga se suma a otros de gran relevancia en la industria viguesa en los últimos años como la liquidación de Hijos de J. Barreras, que supuso el despido de un centenar de trabajadores, y la de Factorías Vulcano con unas 70 empleos. En el caso del primero, la factoría de Beiramar renació como Astilleros Ría de Vigo tras ser comprada por Armón mientras que la de Teis se adjudicó a Marina Meridional hace un año pero apenas tiene actividad.
50 años de historia de un referente en eólica y naval
Talleres Ganomagoga es la empresa principal del grupo. Fundada en 1974, estuvo orientada inicialmente hacia el naval, automoción y construcción y en los últimos años, las energías renovables -principalmente la eólica y la biomasa- se consolidaron como una las principales líneas de negocio del grupo que exporta más del 90% de su producción.
En 2019 compró la planta de calderería de Wärtsilä Ibérica en Vigo y fundó Cedval Marine Solutions que fabricó piezas de calderería para los mayores trasatlánticos del mundo. Aplimega, dedicada a la protección de superficies (pintado de las torres eólicas), y Ganomagoga Logistics, que aporta los medios transporte, son las otras filiales del grupo fundado por el empresario Cándido González recientemente galardonado por Asime por su trayectoria profesional.
