El Consejo de Ministros aprobó ayer el plan que permitirá la construcción de una nueva subestación eléctrica que dará servicio a Stellantis y que hará posible su conexión con la línea de muy alta tensión, un servicio que se demanda desde hace años y que se consideraba clave para la propia supervivencia de la fábrica de Balaídos, para implantar nuevos proyectos industriales y que supondría también el fin de las pérdidas de producción por cortes en el suministro.
La legislación vigente exige la descarbonización de la industria (disminución de las emisiones de carbono a la atmósfera), pero al mismo tiempo hace necesario un mayor consumo eléctrico. De ahí la batalla que se libró en los últimos años para conseguir esta infraestructura.
El proyecto, denominado Nuevo Vigo 220 kV, incluía una nueva subestación ampliada como entrada-salida de la línea Atios-Pazos de Borbén, con un presupuesto de 72 millones de euros. El proyecto recibió el informe favorable de la Comunidad Autónoma y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, como paso previo a su visto bueno definitivo.
La iniciativa forma parte de una modificación puntual al Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica en el horizonte 2026. Incluye 73 actuaciones, con una inversión de 489 millones de euros, destinadas a facilitar la materialización de proyectos estratégicos para la descarbonización de la industria, la producción de hidrógeno, la integración de energía renovable, o el apoyo a la cadena de materiales y tecnologías clave vinculadas a la transición ecológica. Son actuaciones de carácter excepcional y responden a supuestos muy restringidos, como atender a necesidades urgentes relacionadas con la seguridad de suministro o permitir la viabilidad de instalaciones críticas para la transición energética y la electrificación de la economía.
Abre la puerta a la plataforma para los vehículos eléctricos
La actuación consiste en un tendido de la red de alta tensión entre Pazos de Borbén y la subestación eléctrica en el polígono de Balaídos, que será realizado por Red Eléctrica, y una subestación particular de Stellantis para adecuar la alta tensión a la fábrica, que será realizada por el Consorcio de la Zona Franca, propietario del polígono de Balaídos, con un coste aproximado de 10 millones de euros. A ello habrá que sumar la adecuación de la red de distribución dentro de la factoría. El proyecto incluye la nueva subestación Atios-Pazos. Dicha instalación está proyectada para 2026, según los tiempos que maneja el Gobierno, y abre la puerta a que el grupo realice una macroinversión en Vigo que rondaría los 600 millones en una plataforma para fabricar vehículos eléctricos. Se trata de la plataforma STLA Small, que está dentro de la estrategia de electrificación del grupo y que permitirá fabricar vehículos eléctricos más garatos con hasta 500 kilómetros de autonomía. En Vigo se prevé ensamblar 182.000 vehículos en 2028, principalmente el Peugeot e-2008.
