La flota congeladora con base en Vigo y licencia de Malvinas, en el Atlántico sur frente a Argentina, comenzó la campaña del calamar loligo en las islas, en esta ocasión presidida por la incertidumbre. Que parece despejada: la campaña experimental realizada por los biólogos confirmó que el caladero se había recuperado del bajón del pasado mes de agosto y que hay producto suficiente en tamaño y cantidad.
La expectativa pasa por que los 16 buques de empresas mixtas puedan capturar entre 35.000 y 50.000 toneladas del cefalópodo que se cría en torno a las islas que los británicos, titulares de su soberanía, llaman Falkland. El presidente de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo, Javier Touza, que cuenta con dos buques en la zona, se mostró confiado en haber superado la crisis del año pasado, que obligó a suspender la campaña cuando apenas había comenzado al constatar un descenso brusco del producto. Por eso había temor de que el caladero siguiera afectado, pero parece que no es así.
“La experimental ha ido bien, así que hemos comenzado a trabajar esta misma semana porque parece que se ha recuperado el caladero, esperamos obtener los mismos resultados que en la primera campaña de 2023”, señaló Touza, quien reconoce que el susto parece haber pasado “y las perspectivas son buenas”. De todas formas, reconoce que hay cierto temor a que pueda haber complicaciones, y siguiendo el símil futbolístico las empresas armadoras van a ir “partido a partido”, hasta que finalice el período de pesca, en abril, momento en que se harán las consideraciones.
En Malvinas hay hasta 17 buques con base en el muelle de Beiramar vigués, con más de un millar de tripulantes a bordo, buena parte de ellos marineros de Indonesia y otros países, si bien los oficiales son todos españoles, la mayoría gallegos. Que la pesquería se ha recuperado también lo confirman las autoridades de Falkland. “El nivel de capturas se muestra razonablemente bueno”, afirmó la directora de Recursos Naturales de Malvinas, Andrea Clausen. Explicó que las capturas del Illex (calamar loligo) están influenciadas por la temperatura del océano, lo cual ha resultado en poca o relativa actividad en alta mar, pero también sostuvo que permanece positiva dado que las indicaciones tempranas son muy razonables. “Contando con más información y análisis oceanográficos resultarán muy útiles”, añadió, dejando entrever que resultaría difícil anticipar cómo será el resto de la temporada. El departamento de Pesca de las islas determinó el año pasado que niveles tan bajos en la biomasa estaban haciendo que el límite para la conservación de la especie se transformara en peligro.
El 20% del calamar que se consume en Europa
En Argentina se sigue con interés y fuertes críticas la actividad de la flota viguesa. La publicación especializada Pescare es un ejemplo de ello. Recientemente aseguraba que “la cómplice sociedad que mantienen entre ambos gobiernos, España y Gran Bretaña, les posibilita que el 51% del control de esas sociedades, esté en manos de quienes se autodeterminan autoridades de las islas, manejando a gusto y placer los permisos”. Recordaba que la flota gracias a las sociedades mixtas y el acuerdo con Falkland tiene por delante casi dos décadas y media para “poder hacer lo que desean, es decir explotar el caladero como más les parezca, argumentando que de ese modo pueden renovar sus flotas". Esto último es cierto: hay tres congeladores en construcción en Vigo y Marín. Casi el 20% del cefalópodo que se consumó en los países europeos proviene de la zona de Malvinas, con grandes ventajas para quienes lo captura. Los armadores han conseguido a través de negociaciones la exención del arancel internacional del 6% que pagaban del calamar.
