Stellantis Vigo alarga su parada por falta de chips

La crisis de suministro de microchips que llevan incorporados los coches golpea de manera contundente al Peugeot 2008, el vehículo superventas de Stellantis Vigo que lleva días sin fabricarse. La línea 1 de montaje, donde se ensambla este modelo y también los sedanes C-Elysée y el 301-, paró este lunes todo el día y hoy tampoco tendrá actividad debido a la escasez de componentes. La previsión es retomar este miércoles siempre y cuando el suministro de componentes lo permita.

Desde que comenzó el año este vehículo está siendo el más afectado por la escasez de semiconductores. De la docena de paradas que tuvo que realizar la factoría, la producción del 2008 tuvo que pararse en todas las ocasiones, mientras que la línea 1, donde se ensamblan las furgonetas, apenas sufrió impacto.

Por el momento no se ha tenido que recurrir al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que la planta tiene en vigor ya que aún se están empleando otros mecanismos como las jornadas de adecuación o la bolsa de horas, según confirman fuentes sindicales, que recuerdan que una vez consumidas dichas fórmulas de flexibilidad laboral, sí se tendrá que echar mano del ERTE al igual que está haciendo la industria auxiliar que se ve arrastrada por los paros de Stellantis Vigo y de otros fabricantes. La planta de Opel Zaragoza también tuvo que suspender la producción estos días por la escasez de microchips.

Precisamente esta semana se cumple un año desde que la planta automovilística de Balaídos decidiera suspender de manera temporal el turno de fin de semana en esta línea, mientras que el cuarto equipo de la línea 2 ya se había parado meses atrás tras la pandemia. Desde entonces la factoría no trabaja de manera regular los sábados y domingos, sino que lo hace de manera puntual para recuperar parte de la producción afectada. En febrero no se programó actividad ningún fin de semana y tampoco está previsto para marzo. No obstante, entre semana el ritmo de trabajo es muy alto con la planta funcionando a su máxima capacidad, 2.300 coches al día. La reincorporación del equipo de fin de semana (con unos 600 trabajadores en cada línea) es algo que la dirección no contempla hasta que no sea viable su continuidad en el tiempo. En estos momentos, la crisis de los microchips y las tensiones logísticas por el colapso portuario en Europa lo impedirían.