Hace ahora un año, con la crisis de los microchips en pleno apogeo, la factoría de Stellantis Vigo anunciaba la suspensión temporal del turno de fin de semana. El equipo -formado por unas 600 personas- aún no ha podido regresar y por el momento no hay fecha prevista para su reanudación debido a los vaivenes de la producción por el suministro de componentes.
Se trata del cuarto turno de la línea de montaje 1, donde se fabrican los modelos de coches Peugeot 2008, C-Elysée y Peugeot 301. El turno de sábados y domingos de la línea 2 (la de las furgonetas) lleva incluso más tiempo sin actividad, concretamente desde octubre de 2021 como efecto de la pandemia y de la escasez de semiconductores.
Precisamente estos días la planta viguesa se ha vuelto a ver afectada por los microchips que está impactando desde comienzos de año muy especialmente en la producción del todocamino 2008. El viernes no trabajó el turno de noche y este lunes no habrá actividad en esta línea.
Desde enero, la fábrica ya realizó más de una decena de paradas totales o parciales por la falta de componentes, una crisis con la que el sector convive desde hace más de dos años y que está perjudicando la actividad industrial. Stellantis Vigo tuvo que dejar de fabricar el año pasado unos 90.000 vehículos y más de 100.000 en 2021, una bajada de producción que no impidió que mantuviera su posición de líder automovilístico en España.
La factoría tiene un ERTE en vigor, el quinto en los últimos tres años, hasta el 31 de diciembre para afrontar las paradas, al igual que la gran mayoría de las empresas de la industria auxiliar que se ven arrastradas por los paros que realizan los fabricantes. Opel Zaragoza, del grupo Stellantis, también tuvo que suspender varios turnos estos días por la falta de semiconductores.
