Diez años de la quiebra de Pescanova sin condena firme

Manuel Fernández de Sousa (derecha) es el principal condenado  del caso Pescanova.
photo_camera Manuel Fernández de Sousa (derecha) es el principal condenado del caso Pescanova.

Con un agujero de 3.600 millones fue la mayor de España fuera del “ladrillo”: el Supremo ultima la decisión final sobre las penas, que encabeza Sousa con ocho años de cárcel

Una década después de la quiebra de la antigua pesquera viguesa Pescanova, el Tribunal Supremo está a punto de dictar sentencia sobre la condena impuesta por la Audiencia Nacional a la excúpula de la compañía. Con el dictamen del TS quedaría prácticamente agotada la vía judicial del caso Pescanova, la mayor quiebra de la historia de España (3.600 millones de euros) fuera del sector inmobiliario. 

 

 

El expresidente y cabecilla de la trama, Manuel Fernández de Sousa, está condenado a ocho años de prisión por falsedad documental, estafa y alzamiento de bienes. La firma de auditoría BDO que llevaba sus cuentas por entonces está condenada como autora responsable de un delito de falseamiento de información económica y financiera y se enfrenta a una indemnización millonaria a los afectados. 

Pasaron cuatro años desde que se celebró el macrojuicio -retrasado por el estado de alarma del covid- con una resolución de la Audiencia Nacional que condena a Sousa a ocho años de prisión y penas que van desde los seis meses a los tres años y medio de cárcel para otros 11 acusados. Todos vinculados al expresidente, familiares y exmiembros de la directiva de la multinacional acusados de manipular las cuentas de la empresa y realizar prácticas irregulares con el fin de conseguir financiación bancaria y captar inversores.

Entre los mecanismos ilícitos ideados, el alto tribunal destaca la operaciones de comercio internacional con filiales de ultramar que permitió a Pescanova obtener financiación bancaria a espaldas de las filiales. Además, los acusados crearon empresas ficticias (sociedades instrumentales) con las que simularon operaciones de compraventa de pescado que les permitió contratar pólizas de crédito y líneas de factoring. La sentencia que ahora revisa el Supremo también considera acreditado que el expresidente Manuel Fernández y su esposa Rosario Andrade sacaron cuatro millones y medio de euros de las cuentas en España e ingresaron el dinero en dos entidades financieras de Valença para llevarlo a Hong Kong. 

La mujer de Sousa está condenada a un año de cárcel, igual que el que fue la mano derecha del ejecutuivo, el exconsejero delegado del grupo Alfonso Paz-Andrade que falleció en 2021. El hijo de Sousa, Pablo Fernández, y su hermano Fernando Fernández fueron absueltos junto a otras cinco personas. y entre los condenados hay varios miembros más ligados a la cúpula de la antigua pesquera.

Los máximos responsables de Pescanova entre los años 2009 y 2013 se sentaron en el banquillo acusados de poner en marcha un entramado dirigido a ocultar la millonaria deuda que tenía el grupo y engañar a miles de inversores, que acabaron por perder su dinero, acreedores y también a los organismos reguladores ante los que consiguió acreditar que era una empresa solventa con un pasivo sostenible. Hasta febrero de 2013, cuando Pescanova informaba a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) la imposibilidad de presentar sus cuentas del ejercicio 2022. Fue entonces cuando saltaron las alarmas y se desenmascaró la trama.

El resurgir de la pesquera viguesa, hoy líder en España, de la mano de la banca

La quiebra de la antigua Pescanova dejó a la compañía en manos de la banca acreedora y fue en 2015 cuando se produjo el resurgir de la multinacional con la creación de Grupo Nueva Pescanova que es en la actualidad la mayor empresa pesquera en España. 

Con una facturación de algo más de 1.000 millones de euros en 2021 (últimas cuentas presentadas) es un referente a nivel mundial en el sector que emplea a más de 11.000 personas, opera en una veintena de países y cuenta con la mayor flota pesquera congeladora del mundo con más de 60 barcos faneando en el hemisferio sur. Abanca es su principal accionista, con más del 97% del capital, mientras que Pescanova S.A., la ‘vieja’ Pescanova, mantiene una participación minoritaria. La entidad financiera gallega acaba de reforzar su control en la empresa con una inyección económica de 70 millones de cara al trienio 2023-2025.

Febrero de 2013, se destapa la estafa y la trama societaria

Esta es la cronología de los hechos del caso Pescanova:

-28 de febrero de 2013: la compañía informa a la CNMV de que no puede formular sus cuenta anuales 

-1 de marzo: la empresa solicita el preconcurso de acreedores y la CNMV suspende su cotización en Bolsa 

-12 de marzo: la pesquera admite discrepancias en las cuentas

-5 de abril: el consejo de administración solicita el concurso voluntario de acreedores y la revocación de BDO como firma auditora de sus cuentas. Se contrata un auditor forensic para verificar los números de Pescanova: deuda de 3.600 millones.

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