La crisis de los microchips podría prolongarse hasta 2023

Trabajadores de Stellantis Vigo a la salida de la factoría de Balaídos.
photo_camera Trabajadores de Stellantis Vigo a la salida de la factoría de Balaídos.

Las medidas que se están tomando en la Unión Europea para hacer frente a la escasez de semiconductores para diversas industrias como la automovilística tardarán tiempo en dar resultados, según indicó el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton. Bruselas advierte de que la llamada crisis de los microchips podría prolongarse unos 18 meses, es decir, hasta el año 2023.

En una conferencia de prensa celebrada ayer en París, Breton insistió en que para resolver esos problemas de escasez “son las empresas las que tienen que invertir” y de hecho ya lo están haciendo, pero el problema es que “eso tardará meses” y estimó que podrían hacer falta “18 meses” para normalizar la situación.

En la Unión Europea se fabrican en torno al 10% de los semiconductores del mundo, y según el comisario europeo, los que están causando problemas de aprovisionamiento son  productos con una tecnología relativamente simple, pero que van a provocar una reducción del 10% en la producción de vehículos programada para este año.

Sobre todo, hizo hincapié en que de cara al futuro con el aumento de las ventas de los vehículos eléctricos y de hidrógeno y los nuevos desarrollos tecnológicos, harán falta muchos más semiconductores y más complejos.

Una víctima de esta falta de microchips es la planta de Stellantis en Vigo, la cual cuenta con uno de sus sistemas parado durante esta semana en Balaídos, factoría que acumula un buen número de paradas desde finales del pasado año. 

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