Las familias y empresas de Vigo y la provincia de Pontevedra están reduciendo su nivel de ahorro. La inflación y la subida de los tipos de interés podrían estar pasando factura a las finanzas en una tendencia que tendría aún que confirmarse.
El hecho es que en el tercer trimestre del año 2023 (julio a septiembre) los depósitos de familias y empresas de la provincia de Pontevedra ingresados en las entidades financieras cayeron un 3% con respecto al trimestre anterior, es decir, se retiraron 743 millones de euros, según los datos del Boletín Estadístico del Banco de España.
Las familias echan mano de sus ahorros y esto se explica por varios motivos: para hacer frente a la espiral alcista de precios, al encarecimiento de los préstamos (tanto el crédito nuevo como las hipotecas a tipo variable), así como las salidas en busca de alternativas más rentables en las que colocar el ahorro debido a la escasa remuneración que sigue ofreciendo la banca.
Sin embargo, es una tendencia que aún debe confirmarse porque en el cómputo interanual, es decir septiembre de 2023 comparado con septiembre de 2022, los depósitos en las entidades financieras en la provincia de Pontevedra siguen creciendo y lo hacen un 1,7%, hasta un total de 23.314 millones de euros, que son 394 millones más en las cuentas de familias y empresas que hace un año.
Créditos en caída
En cuanto a los créditos están en caída, tanto en el cómputo trimestral como interanual. A septiembre de 2023, los ciudadanos de Vigo y la provincia tenían en créditos un total de 16.123 millones de euros, que es un 1,9% menos que un año antes y también un 1,8% menos que el trimestre anterior.
En la media de Galicia la situación es similar, con unos depósitos que se han reducido en el último trimestre, con una caída del 1,1%, hasta los 79.374 millones de euros, aunque en términos interanuales los depósitos crecen un 2,2%.
El Banco de España recoge esta tendencia en la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios, que muestra un endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos a hogares en el tercer trimestre de 2023 y, por tanto, una reducción de la demanda de crédito que se espera que prosiga a principios de 2024.
Sobre la reducción del ahorro, el Banco de España explica que el fuerte repunte del gasto en consumo propició una disminución de ahorro, que aún así está en un buen momento y por encima de su media histórica. Además, las familias siguen reordenando sus carteras desde el efectivo y los depósitos a la vista hacia otros activos líquidos con mayor remuneración, como los depósitos a plazo, las letras del Tesoro y los fondos de inversión.
