Unos 30.000 trabajadores de la industria del metal de la provincia de Pontevedra están llamados a tres días de huelga este mes. Los sindicatos acordaron convocar paros de 24 horas el 15, 20 y 22 de junio ante la falta de acuerdo por el convenio colectivo y un punto caliente en la negociación, los salarios. “Las propuestas son irrisorias, rayan la provocación y el insulto", indica, Xulio Fernández (CIG), ante el último planteamiento que hizo la parte empresarial de una subida de un 4,5% en tres años -0,5% en 2023 y un 2% en 2024 y en 2025- y sin revisión salarial. Los sindicatos lo ven insuficiente, reclaman mayores incrementos de los sueldos y una cláusula que permita revisarlos en función del IPC. “Son necesarias mejoras sociales para evitar la fuga de trabajadores que se van a otras comunidades, fuera de España o a otros sectores en búsqueda de salarios dignos”, apunta Rubén Pérez (UGT).
Otro punto discordante es el de la jornada laboral para la que los sindicatos piden una reducción de ocho horas al año en los tres que esté de vigencia el convenio. “Llevamos 23 años sin reducir la jornada, está obsoleta con respecto al sector industrial del resto de España”, esgrime Celso Carnero (CC OO).
Los tres sindicatos reclaman también la subrogación de los empleados en las empresas privadas, diferenciación de categorías profesionales, mejora de las licencias y regulación de las guardias, entre otras cuestiones. Lamentan “la total incapacidad de la patronal para llegar a un acuerdo" en el convenio sectorial más importante de Galicia -el sector del metal de Lugo, Ourense y A Coruña acordaron- y referente a nivel nacional.
En este punto inciden las patronales que aseguran que el convenio provincial del metal es “uno de los mejores a nivel estatal en retribución”, que en los últimos cuatro años registró un incremento salarial de un 13% y en enero de 2023 hubo actualización de los salarios. “Negamos esa pérdida de poder adquisitivo”, argumenta Enrique Mallón, portavoz de la parte empresarial -Asime, ATRA e Instalectra-. “Una huelga lastra la competitividad de las empresas del sector y perjudicará a los salarios de las trabajadores que la secunden”, indica Mallón, que hace un llamamiento al diálogo y ve posible “lograr un acuerdo” del que dependen 3.700 empresas del metal de la provincia sin convenio propio.
