El metal gallego pierde un 30% de ventas por la falta de trabajadores

El naval perdió 6.000 trabajadores en la última década.
photo_camera El naval perdió 6.000 trabajadores en la última década.
El sector industrial reclama al Gobierno que flexibilice la contratación de extranjeros: solo en Vigo se necesitan 800 empleos cualificados, destacó la patronal gallega Asime

La industria metalúrgica de Galicia está perdiendo carga de trabajo al no poder asumirla por la falta de trabajadores cualificados que frena el crecimiento de la facturación de las empresas. Así lo reveló ayer la patronal Asime en la presentación del informe anual del sector que afronta “su mayor reto en los próximos años” con la escasez de soldadores, caldereros, tuberos, especialistas en mecanizado industrial o ingenieros industriales, entre otras profesiones. 

 

 

El metal gallego, con Vigo y su área como núcleo duro, facturó el año pasado 14.500 millones de euros, un 15% más que en el anterior. "El crecimiento podría haber sido de un 30% si tuviéramos más trabajadores cualificados. No tenemos y hacen mucha falta para afrontar la gran carga de trabajo que hay”, indica el secretario general de Asime. Enrique Mallón hizo un llamamiento a las administraciones públicas “para que hagan gestiones que permitan flexibilizar la contratación de gente de fuera y así incorporar contingentes de extranjeros en Galicia”, sobre todo de países de fuera de la UE como Perú, Colombia, Vietnam o Bangladesh. 

La industria gallega necesita al menos 1.500 trabajadores de manera inmediata en Galicia y 800 en la comarca de Vigo para hacer frente a los pedidos que hay en vigor en la actualidad. “El sector está cercano al cien por cien de su capacidad”. En este punto, la patronal hace autocrítica y aboga por una mayor implicación en cuanto a formación y campañas de promoción para atraer a los jóvenes “a un sector bien remunerado, con buenas condiciones laborales y seguridad industrial”, argumenta Asime.

 El sector finalizó 2022 con algo más de 57.000 trabajadores, un 0,5% más, una cifra muy baja comparada con los 63.000 que llegó a tener hace siete años. Uno de los mayores ejemplos de pérdida de empleo está en el naval que hoy genera algo más de 7.900 y hace una década sobrepasaba los 14.000.

Todas las actividades de esta industria están en plena recuperación tras la pandemia. En 2020 y 2021, por ejemplo, se perdieron 350 empresas y en 2022 se creó una treintena. “Supone un cambio de tendencia que esperemos mantener en 2023. Las previsiones son buenas, vamos a crecer pero en empleo dependerá de si hay más personal cualificado”, explica Enrique Mallón. 

La eólica marina y terrestre es uno de los nichos de mercados con mejores perspectivas para los próximos años con la creación de hasta 5.000 empleos directos en cinco años en la comunidad gallega. “Hay interesados en instalarse en Galicia y se están negociando inversiones, pero hay que hacer bien las cosas y no perder esta oportunidad histórica”, argumenta la patronal con respecto a los costes energéticos que dificultan inversiones como la de Stellantis Vigo. “Hay que facilitar la subestación de la muy alta tensión de manera inmediata”, defendió.

En el sector de la automoción, la patronal cree conveniente una reducción de los costes laborales para así poder incorporar más personal a las plantillas y afrontar la llegada del coche eléctrico. En el naval, Asime lamentó  “perder un constructor naval como Vulcano (ahora San Enrique) con nula actividad” frente a la pujanza del antiguo Barreras ahora reconvertido en Astilleros Ría de Vigo de la mano de Armón. 

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