Atletismo

Los niños que emocionan a Ester Navarrete

Los niños de la guardería Papaventos, en Navia, tenían preparada una sorpresa a Ester Navarrete cuando llevó a su pequeño al centro.
photo_camera Los niños de la guardería Papaventos, en Navia, tenían preparada una sorpresa a Ester Navarrete cuando llevó a su pequeño al centro.
Ester Navarrete recibió un homenaje al llevar a su hijo a la guardería tras clasificarse para la maratón de los Juegos gracias “a años de trabajo”, reconoce su entrenador, Manuel Vigo

Cuando Ester Navarrete tocó el timbre, “salieron todos los peques de la clase de mi hijo al grito de campeona. Él estaba muy emocionado y me gustó mucho. Nos hicimos una foto allí con todos”, explica la atleta viguesa, que el pasado domingo se proclamó campeona de España de maratón en Sevilla y consiguió el billete para los Juegos de París. 

“Confiaba que podía ser así. Cuando vi la marca que hizo en media maratón (de Valencia en otoño) y sabiendo los entrenamientos, sí que sabía que podía estar ahí, en ese tiempo. Lo que pasa es que también depende del día y de que no ocurra algo que te desestabilice”, explica su entrenador desde hace años, Manolo Vigo. Su pupila obtuvo el segundo mejor registro de una española en la maratón con 2h 24.40. 

El santiagués la conoce bien desde que llegó a sus manos cuando “vino de júnior o promesa a entrenar conmigo con 17 años, cuando comenzó los estudios en la universidad. Llevamos juntos desde ahí”, explica. En esta línea, el técnico añade que “potencialmente, en la maratón podía estar en la marca que hizo al salir todo perfecto. Aún así, aunque hubiera hecho dos horas y 28 o dos horas y 30 también hubiera sido una buena marca para un debut. No podemos despreciarlas, pero de esta manera optimizó todo y marchó todo perfecto”, relata su preparador. 

La atleta viguesa sostiene a su hijo con las medallas.
La atleta viguesa sostiene a su hijo con las medallas.

Buscando en su memoria, Manuel Vigo, indica que aquella joven que comenzó bajo su tutela, “era una atletilla muy joven, pero ya tenía las cualidades y el trabajo de ahora. Poco después, fue a un Europeo promesa de cross, lo que ya indica la calidad que tenía", señala. Y en ese camino, Ester Navarrete mejoró año a año y también lo hicieron sus marcas en las diferentes distancias. De hecho, los mejores registros llegaron por encima de los 30 años y, la mejor por puntuación de la IAAF, fue la maratón del pasado domingo. todo consecuencia del trabajo. “Es muy metódica y llega gracias a sumar temporada tras temporada. Hubo algún verano en el que llegó a estar bien, pero surgió algún problema en la gran competición que le impidió rendir. Hubo ahí mala suerte, pero lleva sumando casi todos los años”, explica el entrenador. Y, sobre el momento actual, añade que “es una consecuencia lógica. Ahora está más estabilizada y lleva muchos años de entrenamiento. Recoge los frutos y, después de la maternidad, el cuerpo acostumbra a quedar en buenas condiciones para entrenar. Todo cuadró bien”, relata Manuel Vigo. 

El plan a corto plazo no era afrontar la maratón con tanta prontitud, pero la buena marca de la media maratón de Valencia en otoño le ayudó a dar el paso. “Era justo, pero podía darse y todo salió bien”, manifiesta el preparador. Cuestionado, tras ver su rendimiento, si podía haber dado antes el paso a la maratón: “No lo sé. Se podía haber hecho un poco antes, puede ser. Pero el maratón, a veces, no es cuestión de decir: voy a entrenar la maratón. Tienes que ver si tienes todas las circunstancias personales necesarias para entrenarla. No es decir, voy a hacer 200 kilómetros a la semana, no. Tienes que ver si puedes descansar, si tienes la vida estabilizada, si te puedes alimentar bien… Si no puedes hacer esas cosas, no te pongas a entrenar porque no va a salir bien. Lo hablamos, lo asumió y salió bien”. 

 El técnico insiste en que “Ester responde bien en las distancias largas” y añade que “tiene mucho mérito preparar una maratón en invierno en Galicia, con el tiempo que hace y teniendo que entrenar mucho tiempo sola o casi sola”. 

Y, tras el objetivo conseguido de la mínima olímpica, toca diseñar el plan hasta la cita parisina del 11 de agosto. “Lo intentaremos hacer lo mejor que se pueda. Yo no soy de hacer experimentos. Vamos a ir bien y dos meses antes tendremos el Europeo de media maratón, que le servirá de preparación. Y, en París, vas a hacer un puesto que es algo diferente a ir a por un tiempo. La marca ya depende de las condiciones porque es agosto y en París. Si te tocan veintipico grados, ya tienes que hacer una carrera de supervivencia, sin importar el tiempo”, resume Manuel Vigo. 

Mientras quedan sesiones por hacer en la rutina que tiene Ester Navarrete en Vigo, con su gente y su hijo. “Fui a llevar al niño a la guardería, como todos los días. Y él iba con mis medallas. Al llegar, vemos un cartel enorme. Una pasada, me dio todavía más emoción y estoy muy agradecida a toda la gente que tengo apoyándome”, describe la propia atleta. Y llegó la fotografía. Es el reconocimiento local y el cariño en la ciudad. Unos gestos que, aunque sea de forma inconsciente, empujan en cada entrenamiento a la viguesa.

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