Baloncesto

Miguel Méndez: "Tras el partido dormí poco; le das vueltas a todo lo sucedido"

Miguel Méndez observa con cara de preocupación el partido.
photo_camera Miguel Méndez observa con cara de preocupación el partido.
“Fuimos el único equipo que mantuvo el partido con Bélgica; incluso tuvimos ventajas", dice el vigués, seleccionador español y plata en el Europeo

Miguel Méndez (Vigo, 2 de marzo de 1967) finalizó con la plata al cuello en el Campeonato de Europa de baloncesto en su primer gran torneo al frente de la selección española femenina.

¿Está orgulloso con el subcampeonato?

Creo que hay que estar contentos. Es verdad es estuvimos en el partido, muy cerquita de la victoria. La noche resultó la peor de todas, dándole vueltas a todo. Durante el campeonato tuvimos momentos de tensión, pero dormí siempre bien. No obstante, después del partido resultó duro. Viéndolo con perspectiva, en función de las previsiones que había antes y del baloncesto que hicimos, hay que estar muy contentos.

Al perder siempre se le da vueltas a lo que pudo haber hecho. 

Exacto, exacto. Hay que tratarlo desde una forma interna pero es así. Hay cosas que hicimos desde el banquillo que, a lo mejor, eran mejores otras. Si hubiera hecho esto o lo otro, pero es hacerse trampas al solitario. Me imagino que es como un tenista que tira un paralelo desde el fondo y el rival se lo coge. Seguro que piensa que tenía que haber tirado al otro lado. Pues claro, pero a posteriori, siempre es más fácil el análisis. Queremos dejar claras cosas a nivel interno sobre el rendimiento del banquillo y las jugadoras en momentos de máxima tensión pero, a nivel público, no quiero poner un pero a las jugadoras, que hicieron lo máximo posible. El deporte también son errores y tuvimos enfrente a un rival que se mereció el campeonato. 

Igual por cansancio, las jugadoras no pudieron mantener el plan de partido hasta el final.

Sí, son muchos aspectos. Ellas tiraron 23 tiros libres y nosotras ocho. Hubo momentos en los que no supimos leer el arbitraje. El cansancio influyó y también el talento de una megaestrella como Meesseman. Muchas cosas tienen importancia y tenemos que hacer una análisis para hacer mejor lo que está en nuestra mano. Y Bélgica también arrasó en el campeonato. Ganó a Serbia por cuarenta puntos, que era la vigente campeona de Europa hasta este torneo. Y contra Francia ganaba por 15 al descanso. El único equipo que le mantuvo igualado el partido fuimos nosotros. Hicimos un buen planteamiento y las jugadoras lo hicieron muy bien, pero hubo unos errores y aciertos que decantaron el partido. 

Antes del torneo comentaba que podía carecer España de físico en las jugadoras interiores. ¿Fue decisivo?

Sí, lo fue.Pero también en otros partidos no sucedió así. Jugamos contra grandes pívots y las nuestras han estado muy bien. Lo que buscamos es que los enfrentamientos no fuesen individuales entre pívots y pívots y entre aleros y aleros. Buscamos colectivizar el trabajo defensivo como también lo intentamos hacer en ataque a través del pase más que del bote. Son armas que tenemos y que son parte de mi forma de ver el baloncesto. Lo transmito así a las jugadoras y ellas lo llevaron a cabo a rajatabla. Y ese es otro éxito del cuerpo técnico, que las deportistas no se plantearon nada diferente a lo que queremos. Le damos la libertad en los espacios que queremos dársela y ellas nos siguen, de forma que llegamos a un nivel de confianza que es muy interesante y que no siempre se alcanza.

Llega al descanso con esa ventaja de siete y dejando a Bélgica en 25 puntos, pero sabían que sería difícil mantenarlas así. 

Las llevamos al ritmo al que queríamos jugar y les quitamos muchos puntos habituales en ellas, de sistema. Eso es gracias al scouting y al trabajo defensivo. Lo que pasa es que sin esos puntos de scouting, jugando más por llegadas y conceptos, pasaron al plan B. Con menos sistemas estrictos y más libertad y allí nos costó más controlar a las dos pívots que era el lugar en el que tenían ventaja. En el momento en el que Linskens nos empezó a hacer daño en las continuaciones, intentamos ayudar ahí y apareció Meessemans para meter dos triples que nos cambiaron completamente. Ellas crecieron y a nosotras nos mataron. Pero esto es como tener una manta pequeña, si tapas los pies y no llegas arriba. Pero hay momentos que son así y no puedes darle más vueltas.

Ver a Raquel Carrera con 21 años estar con las mejores de Europa, le depara buenas expectativas para el futuro. 

Sí, sí, claro. Estoy contento con su aportación y su regularidad tanto defensiva como ofensiva. Son 21 años y te da muestras que puedes edificar a partir de ahí. Ginzo con 25 años está en la misma condición y también Conde con 26. Son jugadoras que cada vez adquieren más importancia y es el camino que tenemos que seguir. 

¿Está contento con la respuesta del equipo a sus métodos?

En un club vas creciendo junto al equipo durante muchos meses. Tienes tiempo para conocer y confiar en las jugadoras y, sobre todo, para que ellas confíen en tus métodos de trabajo hasta los meses finales en los que te juegas todo. Hay más tiempo para hacerlo, pero en la selección tienes un mes para hacerlo todo. Es poco tiempo. 

¿Ya sabe que cosas hay que mejorar para otros torneos o es algo que hará a partir de ahora?

Hemos estado hablando ayer por la noche y también hoy. Pero siempre a nivel interno. Ya estuvimos viendo las cosas que pudimos hacer mejor desde el banquillo, también a nivel de preparación, de amistosos y del propio campeonato. Y, bueno, el momento de las jugadoras y cómo han reaccionado a nivel de estímulos y ante diferentes situaciones. Esto es todo a nivel interno, como debe ser. A nivel público, me cuesta ponerle un pero a estas jugadoras, que lo han intentado todo. A nivel de juego, vemos las carencias del equipo, que es algo que intentaremos arreglar y otras, directamente, las asumimos. No quiero volver a los pívots, pero en España no hay jugadoras de 1.90 metros. Si tenemos a cinco, escogeremos entre esas cinco. Así como en hombres, sí hay hombres por encima de los 2.10 para escoger, en mujeres no encontramos esas deportistas de 1.90. Asumimos las deficiencias y adaptamos el juego a lo que tenemos. Para la próxima vez, intentaremos mejorar al equipo, si encontramos algo para avanzar, lo traeremos.

¿Cómo es un Europeo para un entrenador?

Es como una ‘Final 4’, pero a lo bestia. Hay que estar preparado para todo como golpes, lesiones o enfermedades, que hemos tenido. Cada día es distinto y hay que saber adaptarse a todo. Ya tengo experiencia y nos hemos visto en diferentes situaciones. A nivel mediático llaman más los éxitos y últimamente estuve en ellas, pero estuve en otras que me fue peor. Cada uno, en función de su carácter, lo lleva de una manera o de otra. No te puedes perder y hay que confiar en los que se hace.

¿Cuánto duerme un entrenador en un Europeo?

Los últimos días, muy poco. Y mis asistentes, muchísimo menos. A mí todavía me dejan descansar un poco, pero ellos estaban colgando vídeos en la cuenta que tenemos a las seis de la mañana para preparar la final. Hasta las 22:30 horas no sabíamos cuál era el riva y tuvieron que hacer todo ese trabajo al conocer al oponente al que nos íbamos a enfrentar. Después, tratamos de dar la información totalmente mascada a las jugadoras, tanto en imágenes como en papel. Destacamos lo importante, decidimos lo que hay que hacer en defensa con las jugadoras y lo que buscamos hacer en cada momento. Hay el plan A, el B y el de emergencia. Todo esto está atado y, cuando se le presenta a las jugadoras, va todo consumado con lo que queremos que pase y lo que no. Y, después, se lo dejamos abierto para que lo puedan repasar en los momentos de descanso. 

¿Ya piensa en el preolímpico? 

Primera en la venta de noviembre y después viene en febrero el preolímpico. Por ahora no conocemos los rivales y para febrero depende mucho del sorteo. En función de quién te toque, cambia mucho el nivel de los rivales. El sorteo es fundamental.

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