La leyenda de Teresa Portela abarca el infinito

La palista de Aldán, en la popa del barco, conquistó su décimo séptima medalla en un Campeonato del Mundo.
photo_camera La palista de Aldán, en la popa del barco, conquistó su décimo séptima medalla en un Campeonato del Mundo.
La canguesa, a bordo del K4, se colgó el bronce y se clasificó para sus séptimos Juegos

Apenas quedan palabras ni números que puedan cuantificar lo que supone María Teresa Portela Rivas en el deporte gallego. Inabarcable. Su leyenda se volvió gigantesca hace tiempo, se transformó en eterna cuando ganó la plata olímpica en sus sextos Juegos y ahora, camino de los séptimos, alcanza el infinito. Junto a sus compañeras del K4, la palista canguesa se colgó ayer la medalla de bronce en el Mundial de Duisburgo para redondear un día que había empezado con una clasificación para París que agranda todavía más su condición de deportista española con más presencias en el cielo del deporte. 

Cuando la proa del bote español rebasó la meta, la leyenda de Aldán se adjudicaba su décimo séptima medalla en un certamen global, las mismas que tiene a nivel europeo. Lo dicho, inabarcable. Todo en una regata final constante de la tripulación española que cerraba Portela y abría la ex del Tudense Sara Ouzande, junto a Estefanía García y la joven Carolina García, que empezaba a andar cuando Teri ganaba sus primeras preseas mundiales.

El 1:31.955 metió al bote español en un podio en el que Polonia fue segunda (1:31.320) y Nueva Zelanda, con otra llama incombustible como la de Lisa Carrington en la proa, se colgó el oro (1:30.606) con tres compañeras nacidas este siglo -Alicia Hoskin, Olivia Brett y Tara Vaughan-.

Doble plata para Jácome

La jornada de ayer fue espléndida para las palistas gallegas. Al éxito de Portela y García se sumó Antía Jácome. La canoísta pontevedresa continúa con su fulgurante evolución y se colgó dos platas.  Una en el C1 200, con su consiguiente billete para sus segundos Juegos, y otra en el C2 200 -prueba no olímpica- junto a la madrileña María Corbera.

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