Fútbol

El Barcelona firma un empate que sabe a poco ante el Nápoles

Osimhen e Iñigo Martínez tratan de cabecear el balón en una acción del encuentro de ayer en Nápoles.
photo_camera Osimhen e Iñigo Martínez tratan de cabecear el balón en una acción del encuentro de ayer en Nápoles.
El equipo blaugrana, que dominó el partido, se adelantó por medio de Lewandowski

El Barcelona empató ayer en el Stadio Diego Armando Maradona ante el Nápoles (1-1) en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, en un duelo en el que jugó muy bien hasta el ecuador del segundo tiempo, cuando empezó a bajar revoluciones y se dejó empatar en el único tiro a puerta de los napolitanos en todo el choque, en otra demostración de que este Barça quiere más de lo que puede dar.

Mala suerte para algunos, malas vibraciones para otros. Quizá falta de confianza para todos. El Barça no está fino en las áreas y este empate lo confirma, ya que llegó a jugar de notable alto en la primera parte y de bien al inicio de la segunda, con solo un tanto en su haber. Y, por contra, recibió gol en el único tiro a puerta de un Nápoles que también confirmó que está lejos de su mejor nivel.

Queda todo abierto para el partido de vuelta en Montjuïc, que será decisivo. El Barça obtuvo un resultado bastante bueno en Nápoles, pero dado el día a día de este equipo, no sirve para despertar de la pesadilla. De hecho, ese infortunio, ese bloqueo mental que tienen los de Xavi en varios partidos, estuvo presente en el Stadio Diego Armando Maradona. Un ‘10’ que obró desde el cielo para que dos de sus exequipos empataran. Quizá así se entienda que el Nápoles no haya perdido un partido en el que apenas hizo nada en ataque y del que sacó un resultado que lo deja vivo para Barcelona, gracias a un gran gol, en su única acción liberado, de Victor Osimhen. Recorte a Iñigo Martínez, tiro de primeras y Ter Stegen vendido.

Lástima de final de choque, unos 20 minutos finales en los que el Barça volvió a jugar con miedo, con indecisiones e imprecisiones. Y le costó el empate cuando, visto el partido previo a lo ahora descrito, el duelo era blaugrana cien por cien y con ocasiones claras como para irse a casa con victoria y una sonrisa de oreja a oreja. Pero no estuvo la fortuna del lado ‘culer’, que tuvo en botas de Ilkay Gündogan la última gran ocasión del partido, con tiro desviado por muy poco.

Tras el descanso, con el 0-0 inicial, el Barça ya no salió a morder tanto. Quizá el primer gran error. Aún así, Gundogan tuvo el primer tiro a los 4 minutos de la reanudación y el Barça, en el 60, por fin vio puerta gracias a ‘Lewangol’, que demostró que todavía tiene chispa. Pase de Pedri y remate certero del ariete polaco

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