Balonmano | División de Honor

Una victoria para vivirla

Itziar Martínez y María Palomo defienden una acción de Pauli Fernández y Carmen Prelchi.
photo_camera Itziar Martínez y María Palomo defienden una acción de Pauli Fernández y Carmen Prelchi.
Itziar Martínez y María Palomo disfrutaron, en las filas del Guardés, su primer triunfo en el derbi

Se percibe la presión en todas partes. Al ir a tomar el café, de camino al pabellón, al dar un paseo por el puerto… “Se nota mucho que viene un derbi, la gente está a tope con el balonmano en A Guarda. T e dicen: hay que ganar, hay que ganar. Y ya vas con esa presión”, explica la granadina Itziar Martínez y lo corrobora la madrileña María Palomo: “se nota la semana antes y varias, también”, corrobora.

Ambas disputaron el pasado sábado su segundo derbi liguero ante el Conservas Orbe Rubensa Porriño, el primero en A Sangriña, y pudieron disfrutar de la experiencia de ganarlo. “Es algo inexplicable con palabras. Para poder explicarlo hay que vivirlo. Algo sorprendente porque la gente lo vive mucho y nos contagia a todas. Es maravilloso”, describió la pivote María Palomo.  

Poder superar al eterno rival es una sensación única y todavía un poco más cuando la rivalidad es tan alta. “Es algo increíble porque nunca había jugado en un pabellón que animara tanto”, explica la de Granada y lo corrobora la de San Sebastián de los Reyes: “Me llamó mucho la atención que el pabellón estaba totalmente lleno, con las gradas detrás de las porterías totalmente repletas de niños. El ruido era enorme y con ese ambiente no dejan rendirte". 

Un factor ambiente destacado porque motiva a las jugadoras y, probablemente, también puede llegar a intimidar a las oponentes. En todo caso, es algo que impulsa de forma notable a las locales porque “ayuda a sacar fuerzas de dónde no las hay porque no paran durante todo el partido, se gane o se pierda”, amplía Itziar Martínez. Un extra necesario y todavía un poco más para defender en el centro de la defensa, no de los papeles que realiza la de Granada en el equipo del Baixo Miño. “Defendía de segunda en el Bolaños. Sí que me ponía un rato en el centro si echaban a alguna del medio o así, pero estaba en el penúltimo. Ahora sí que hubo mucho cambio porque tienes que acostumbrarte al pivote y hablar mucho con tu compañera. Me costó, pero hay que adaptarse y está hecho”, relata Itziar Martínez.

En el centro de la retaguardia se complementa con María Palomo y, por lo tanto, tienen que hablar mucho entre ellas para poder contener el ataque de cada rival. El pasado sábado lo hicieron con corrección contra la formación louriñesa. “Nos está ayudando mucho en defensa Ana Seabra (segunda entrenadora). El 6.0 defensivo, que es muy importante, me está viniendo bien”, relata María Palomo.

El partido del pasado sábado fue el segundo encuentro liguero contra el Porriño de la presente campaña. Hay que añadir la Super Copa Galicia y algunos amistosos. Mientras, en el horizonte, se presenta la eliminatoria de cuartos de final de liga entre ambos equipos porque, a falta de una jornada, marchan cuarto y quinto. “Normal que a Estela Carrera (portera del Guardés) no le guste mucho jugar contra el Porriño porque lleva muchos partidos encima. Pero te ahorras un viaje largo y, por una parte, nos gusta porque es un equipo conocido, pero a ellas les pasa lo mismo. Nos habremos enfrentado unas seis veces y cada vez sale un ganador. Nunca sabes lo que puede pasar”, relata María Palomo sobre esta opción.

Itziar Martínez llegó a la escuadra miñota desde el Bolaños de División de Honor Plata y como lateral derecha, una jugadora zurda. Con el paso de los meses, ejerce más de extremo ante la falta de jugadoras en esa posición. “Al principio no jugué de extremo, pero después sí que me lo comentó Cristina Cabeza, que me necesitaba en el extremo. Yo soy primera línea, pero si hace falta, allí estaré”, relata la de Granada, que destacó en este aspecto en el derbi al anotar cinco goles.

La adaptación al puesto es buena y a vivir en A Guarda no es mala pero, “a ver si deja de llover. Vine en verano y al principio bien porque no eran los 40 grados de Granada, pero ahora, a ver si sale el sol”, indica. En todo caso, está cómoda y, con contrato en vigor seguirá la próxima temporada. Salvo sorpresa, también lo hará María Palomo. “Estoy muy a gusto. Quiero quedarme, veo al club muy volcado con nosotras y el proyecto del próximo año pinta muy bien”, resume la madrileña.

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