Un gol de Pitu dio el segundo triunfo seguido al equipo vigués, que además batió a un rival directo por la permanencia y se aleja un poco más de los puestos de descenso
El Coruxo logró ayer una victoria de oro en el campo de un rival directo en la clasificación, un Marino de Luanco que llegaba a la cita empatado a puntos con los vigueses, gracias a un tempranero y solitario gol de Pitu Doncel. Los locales fueron mejores en la primera mitad, pero no consiguieron materializar su dominio y, tras el paso por los vestuarios, ya no fueron los mismos porque el conjunto de David de Dios igualó las fuerzas.
El choque comenzó con el Marino de Luanco muy serio, demostrando por qué no había perdido en lo que iba de año, ya que su última derrota como local se había producido en noviembre frente al Pontevedra. Sin embargo, en apenas cinco minutos, el conjunto vigués rompió las estadísticas y en su primera llegada a la portería rival acertó con la red. En el 7, tras un gran desborde por el lado derecho, Insua metió un centro perfecto para que Pitu Doncel, desde muy cerca, anotase el único gol de la tarde ante el asombro de un Miramar muy poco acostumbrado a ver tantos en contra.
Los luanquinos reaccionaron muy bien y casi de inmediato se hicieron dueños de la pelota. Pasaron a jugar en campo rival y a generar algunas ocasiones claras para igualar el resultado. Así, una jugada individual de Abraham José por la izquierda terminó con un centro al área, donde Lora no fue capaz de marcar. La acción acabó en la esquina para un córner en el que los asturianos reclamaron penalti.
El dominio de los de Sergio Sánchez se intensificó con el correr del reloj y las ocasiones locales se sucedieron, pero el Marino no fue capaz de batir a Alberto y en la segunda parte, el Coruxo controló mejor la situación para llevarse los tres puntos y sumar la segunda victoria consecutiva, un resultado que aleja al equipo vigués de los puestos de descenso.
