Vig-Bay 2024

La Vig-Bay se estira a pesar del calor

Vig-Bay 2024.
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Anxo Castro y Sonia Abad se impusieron en la Vig-Bay tras superar en una bella lucha a José Canda y Marta Castroviejo, mientras que Daniel Bargiela e Isabel Soutullo ganaron la Mini Bay

Duelos de altura al salir el sol. Mejor expresado, en este caso, a pleno sol tras pasarse unas cuantas semanas sin aparecer por las Rías Baixas. Eso sí, la lucha, lejos de ser con espadas medievales o pistolas, resultó deportivo con las zapatillas y la ropa de tejidos técnicos como armas. El desafío vivido no era para resolver ninguna ofensa, pero sí tenía una importante carga de honor. En este caso, atlético y, como es parte del individuo, también personal.

En hombres, el duelo -no a muerte, sí a victoria- lo firmaron Anxo Castro y José Canda. Salieron rápido y, con las primeras subidas tras Samil, ya se quedaron en solitario en la cabeza de la prueba. Restaban muchos kilómetros por correr con el sol golpeando sus cuerpos. Pese  a ello, apenas hubo tiempo para la especulación. “En alguna zona de sombra, recuperaba algo", admitió el ganador.

Sería el joven de la pareja, un Anxo Castro que aprovechó la última zona de sube y baja, las cuestas de Monte Lourido, para apreciar la debilidad de su oponente e incrementar el ritmo para irse hacia la victoria de forma inexorable. Un nuevo nombre que se une el listado de ganadores de la Vig-Bay, mientras que Canda, a los 40 años, pudo haber perdido su gran oportunidad en el desafío de este domingo. Nunca se sabe si tendrá otro duelo por la victoria entre Vigo y Baiona.

Especialmente bella fue la lucha entre Sonia Abad y Marta Castroviejo. Una, experta en la carrera con mucha experiencia y algún podio. Otra, debutante, riojana y con pareja viguesa. Por eso corrió la Vig-Bay y promete volver. Sería la no iniciada la que marcó el ritmo desde los primeros parciales. Y pasado el ecuador de la media maratón, tocaba la victoria al tener casi un minuto de renta, que se quedaba en veinte segundos a falta de tres kilómetros. “Vi cómo llegaba, la intenté seguir, pero no pude”, admitió. Y es que en este particular duelo deportivo bajo el sol, Abad, con colores del Taninos Ponteareas, utilizó una especie de camuflaje deportivo.

En un grupo a ritmo, comenzó a paso controlado para hacer la segunda parte de la prueba más rápido. Táctica acertada y sorpresiva porque, cuando el duelo es de más de hora y media, sacar primero la espada o el revólver no garantiza el éxito. Sí realizar el movimiento definitivo, la acción determinante, y ésta llegó a dos kilómetros de Baiona. Un adelantamiento inesperado para Marta Castroviejo y saboreado por Sonia Abad. La segunda advirtió que el próximo año, salga el sol o llueva, habrá nuevo duelo o desafío. 

 

En la carrera pequeña, que cada vez es más grande, la Mini Bay, se vio la victoria incontestable de Daniel Bargiela. Uno de esos atletas populares conocidos por más del 90% de los participantes. En sus mejores años, rozó la victoria en la prueba grande y este domingo, tras optar por la versión reducida por una enfermedad reciente, vivió un día de gloria al pasar primero por carreteras llenas de público. En mujeres, se impuso Ana Isabel Soutullo

Tras ellos, decenas y centenares de atletas. Aquí hubo duelos particulares, pero muchos eran desafíos propios, personales. Contra el sol, contra el paso de los años, para combatir los propios miedos, para batir fronteras personales. Historias bajo el sol.

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