Baloncesto

El ‘tío del mazo’ apareció en Navia para golpear al Celta Zorka

Maimona Haidara trata de dar un pase en el partido de ayer ante el Jairis en Navia.
photo_camera Maimona Haidara trata de dar un pase en el partido de ayer ante el Jairis en Navia.
El equipo vigués llegó con ocho puntos de renta al último cuarto y perdió tras anotar dos 

Cuenta la leyenda ciclista que hay pájaras, desfallecimientos. Son un bajón notable e inesperado del rendimiento cuando se sube al límite en los puertos. Y, entre bromas, se dice que cuando es fuerte para perder minutos en pocos kilómetros, es que te golpea ‘el tío del mazo’, que está escondido en una curva del Galibier, del Tourmalet o del Stelvio. 

Ayer, al Celta Zorka Recalvi le apareció en el banquillo en el parón que va desde el tercer al último cuarto. El panorama no podía ser mejor ante el Jairis murciano porque dominaba por ocho puntos tras haber llegado a ganar por diez segundos antes. La defensa funcionaba, el rebote también, había robos y la frecuencia anotadora era, sin ser excelente, buena. Todo eso terminó de golpe porque encestó dos puntos en los últimos diez minutos de partido. En 2023, Pogaçar perdió seis minutos en una etapa con Vingegaard en el Col de Loze. “Voy muerto”, dijo al coche. En Navia se vivió algo similar pero en términos baloncestísticos. 

Un 2-18 en diez minutos. Tan contundente como inesperado, tan real como inimaginable, tan palpable como inexplicable. Sucedió pese a que en el campo eran las mismas jugadoras, que en los banquillos estaban las mismas entrenadoras y el público no cambió en la grada. Es preciso verlo para creerlo porque, pese a que aconteció, es difícil contarlo. Antes, durante tres cuartos, el Celta Zorka Recalvi caminaba de la mano de su público hacia la salvación virtual. La defensa era tan extrema como eficaz y el ritmo de partido tan alto que puso en muchos problemas al equipo de Alcantarilla. Desde el comienzo se puso el Celta por delante y mantuvo las rentas a modo de acordeón. Por seis puntos o por dos, pero el tanteador iba a favor con la dirección perfecta de Aguilar, los puntos y los rebotes de Musa y la aportación de Trahan Davis.

Se llegó al descanso con una pequeña renta, igualó el partido el Jairis y, de nuevo, el Celta estiró para marcharse hasta los diez puntos de ventaja, que fueron ocho al final del tercer cuarto (49-41). Parecía que la etapa estaba encarrilada, que la permanencia iba camino de solucionarse, pero los tiros comenzaron a fallarse y el Jairis a meterlos. Empate y tiempo muerto, pero la pájara ya era irrecuperable. El Celta Zorka Recalvi ya no se recuperó y como ejemplo el rosario de rebotes perdidos.

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