Desde su primer día en O Baixo Miño, Cristina Cabeza anunció que su Guardés iba a jugar a toda velocidad en busca de tanteadores altos. Para ello confeccionó una plantilla con mayoría de jugadoras livianas, ágiles, rápidas. Y en esa línea ha trabajado en pretemporada y en el arranque del curso. Los resultados se han visto en A Sangriña, pero no fuera, donde el Mecalia no conocía la victoria. Hasta ayer. El conjunto miñoto asaltó la pista del Elda Prestigio para conquistar el primer triunfo como visitante y hacerlo, además, de una forma bien contundente.
Porque, con una alta probabilidad, el Guardés que la entrenadora madrileña imaginó hace tres meses se parecía al que ayer voló sobre la pista del Florentino Ibáñez de la localidad alicantina. Una salida en tromba, con un 1-5 de parcial, marcó una pauta que ya resultaría inamovible. El Mecalia gobernó el partido de principio a fin gracias a la velocidad, tanto en los ataques posicionales como en los contraataques. Siempre a la carrera.
La combinación entre Pauli Fernández y Ceci Cacheda es mortal. Entre ambas gobernaron una ofensiva que encontró en los deslizamientos de Palomo, Sempere y Cifuentes por la línea otro gran argumento. La pucelana arrancaba desde el extremo derecho -con la baja de Solares, Cabeza no tiene jugadoras específicas ahí-. También demoledora se mostró Itziar Martínez, con diez goles. Todo unido deparó un plácido triunfo.
