Miguel Méndez (Vigo, 1967), entrenador de la selección española femenina de baloncesto, se juega hoy en Sopron la clasificación a los Juegos Olímpicos de París ante la anfitriona Hungría, aunque su equipo conseguirá ya la plaza si Japón es capaz de vencer a Canadá en el partido anterior del preolímpico. Sin embargo, el técnico vigués no quiere saber nada de ese encuentro previo y se centra en el suyo: “Nosotros tenemos solamente una bala”.
El grupo no puede estar más igualado, con un cuádruple empate después de las dos primeras jornadas, ¿esperaba algo así?
Sí. Lo esperábamos y, de hecho, lo comentamos. Canadá es la cuarta del mundo, Japón, subcampeona olímpica, y Hungría jugó contra nosotros la semifinal del Eurobasket del año pasado. O sea, que suponíamos que iba a ser así.
Japón sorprendió a España en el primer encuentro, pero después se produjo la reacción ante Canadá, ¿cómo fue esa evolución?
Nos costó mucho el primer día. No sé lo que nos pasa, pero también en el anterior Campeonato de Europa, el primer día no jugamos bien contra Letonia y nos ganaron. Y en esta ocasión, Japón nos destrozó corriendo y a base de acierto desde la línea exterior. Creo que llegaron a tirar hasta cuarenta triples, en momentos del partido estuvieron muy acertadas y no supimos responder a ese acierto. Pero éste es un muy buen grupo, a nivel mental hay una gran fuerza de equipo y pudimos reconducirlo en muy poco tiempo, en menos de 24 horas, y jugamos un buen partido contra Canadá.
¿Cómo afrontan ahora el partido contra Hungría, que parecía el rival más asequible pero consiguió derrotar a Japón?
No sé si la palabra es asequible porque en el Europeo les ganamos de cinco, creo -el resultado fue 69-60-, y en uno de los amistosos que jugamos aquí nos ganaron. Es un muy buen equipo, que juega ante su público y que lleva muchos años sin disputar unos Juegos Olímpicos. Entonces, será un encuentro muy complicado y lo estamos preparando como tal. Nos lo tomamos como una oportunidad para estar en París, que es lo que queremos, y con el foco puesto en hacer el mejor partido posible.
¿Qué le preocupa más de la selección húngara?
Es un equipo largo y que, sobre todo, cuenta con cuatro pívots de nivel Euroliga, tres de ellas además jugando en muy buenos clubes europeos. Después, por fuera tiene una batería de jugadoras agresivas, físicas, que pueden jugar en varias posiciones y con buen tiro exterior. Es un equipo joven, pero muy completo y será una buena batalla.
Además juega en casa, lo que le da ya una ventaja.
Sí, claro. Yo firmaría estar en su pellejo. Firmaría estar ahora en Valencia, en Zaragoza, en Salamanca o en cualquier campo de los que se llenan hasta la bandera y jugándonos el premio como locales. Obviamente, ellas están en una muy buena disposición: llegar al final del campeonato con un partido que si ganas, pasas, y ante tu público, es la mejor situación.
Lo bueno es que cuando empiece ya conocerán el resultado del partido entre Canadá y Japón, que podría clasificar a España antes de jugar.
Es verdad que de cara al baloncesto español o a la opinión pública, por llamarlo así, tenemos dos balas. Una en el partido anterior y otra en el nuestro. Pero nosotros, como equipo, como entrenador y jugadoras, solamente tenemos una. Y tenemos que cuidar de esa bala y cuidar el arma porque sólo tenemos un disparo si la anterior bala falla. Y en eso es en lo que estamos concentrados, en lo que está en nuestra mano: tratando de preparar bien el partido, cuidando a nuestras jugadoras para que lleguen en las mejores condiciones posibles y pensar el partido que nos permita ganar.
En estos dos primeros partidos se vieron algunos errores individuales no habituales, ¿puede estar pesando en las jugadoras la responsabilidad de clasificarse para unos Juegos?
Para todos es así. Seguro que yo fallo más. A todos nos pasa. En el primer partido, Japón metió muchas, pero en el segundo tuvo muchos tiros abiertos que falló. Jugadoras que el día anterior habían hecho cuatro de cuatro en triples hicieron uno de ocho. Y son las mismas. Cada día es diferente y en el baloncesto, que al final es un juego de errores, hay partidos en los que, por lo que sea, las jugadoras están más o menos acertadas a canasta. Aparte que las defensas juegan, pero por muy bien que defiendas, siempre permites algunos tiros sin oposición que de meterlos o no puede depender la tranquilidad en el marcador.
Alba Torrens ha disfrutado de menos minutos, ¿cómo está en ese nuevo rol?
Sigue teniendo el mismo rol de capitana. Es verdad que en estos partidos está saliendo desde el banquillo y ha jugado menos de lo que ella normalmente hace, pero no hay una decisión de cambiar roles ahí, ni mucho menos. Hace seis meses fue una jugadora fundamental y, precisamente contra Hungría, me parece que anotó 29 puntos. Desde entonces no ha cambiado nada, sigue siendo una jugadora esencial y, aunque en estos dos partidos salió desde el banquillo, mañana (por hoy) puede cambiar.
La otra excéltica de la selección es Raquel Carrera, ¿cómo valora a la pívot ourensana?
Vino con algún problema físico a la concentración y tuvimos que cuidarla en los primeros entrenamientos porque el día anterior al último partido de liga tuvo unas molestias, pero jugaba Valencia contra Zaragoza, que era muy importante para ellos, y arriesgó en ese partido. Llegó a la concentración un poco cargada y la tuvimos que dosificar, entonces ha llegado un poco justa de preparación, pero está haciendo un buen campeonato. Es una jugadora ya muy asentada en la selección, en el quinteto, y está haciendo muy buenos partidos.
Miguel Méndez se ha convertido en uno de los asiduos a los partidos del Celta Zorka Recalvi en el pabellón de Navia, ¿qué le parece la evolución que ha experimentado el equipo?
Lo veo muy bien. Creo que lleva una progresión muy positiva. Es verdad que al principio pagaron lo que supone jugar en una categoría superior, con muchas jugadoras que nunca habían estado en Liga 1, pero luego se ha visto un muy buen trabajo del cuerpo técnico. Cristina (Cantero) buscó soluciones tácticas, cambió jugadoras de puesto, confió en rotaciones que en principio parecía que no iba a ser así y ha conseguido armar un equipo, cosa que es muy difícil desde el punto de vista de un entrenador: armar un equipo y que se comporte como tal. Es verdad que no hay nada hecho todavía y que queda un trecho para conseguir el objetivo de la permanencia, pero lo tienen bien encarrilado porque hay equipos que se la están jugando ahí y que tienen que venir a Vigo. El próximo partido (ante Gran Canaria), por ejemplo, creo que puede ser hasta decisivo porque ganando se quedaría a tres victorias de distancia más el ‘averaje’, una ventaja muy importante.
