Un duro camino del Celta Zorka Recalvi por delante

Baloncesto

El Celta se estrelló con el poderío físico del IDK y acusó la falta de acierto en ataque en su estreno en Navia

Maimouna Haidara, la más destacada del Celta Zorka Recalvi ayer, entra a canasta entre dos rivales.
Maimouna Haidara, la más destacada del Celta Zorka Recalvi ayer, entra a canasta entre dos rivales.

Era el primer partido del Celta Zorka Recalvi en Vigo en la máxima categoría, después de once años en la segunda división, y el equipo vigués se topó de golpe con su nueva realidad. Otra liga, otro juego. Y en el de la élite femenina, el poderío físico y la agresividad son condiciones indispensables.

Frente al IDK Euskotren, un equipo que cuenta con moles como Jewel Tunstull, Dulcy Fankam o Becky Massey, las celestes duraron apenas un cuarto (12-13, min.10), lo que les duró la gasolina en las piernas, y después estuvieron ya a merced de sus rivales porque a la incapacidad defensiva y la pérdida del rebote (25-43) añadieron una extraordinaria falta de acierto en ataque (1 de 17 en triples, 22 de 65 en tiros de campo). Y así resulta imposible ganar un partido en la Liga Femenina. Sólo Maimouna Haidara, Musa y Regina Aguilar, en algunos momentos del encuentro, encontraron la manera de superar la compacta defensa del cuadro donostiarra, muy superior en todas las facetas del juego.

La mejor noticia para el club de Vigo fue el animado aspecto que presentaron las gradas del pabellón de Navia, con alrededor de un millar de aficionados que apoyaron al equipo de principio a fin, a pesar de la diferencia abismal entre los dos contendientes, que se tradujo en una derrota por casi 40 puntos de diferencia.

Cerca de un millar de personas acudieron al pabellón de Navia.
Cerca de un millar de personas acudieron al pabellón de Navia.

El Celta mostró su mejor versión en el primer cuarto. Aunque los bajos porcentajes en el lanzamiento se larvaron ya desde el principio -las celestes tardaron dos minutos en hacer la primera canasta-, la defensa funcionaba y obligaba a las vascas a tirar de lejos o a aprovechar algún despiste para imponer la envergadura de sus pívots. Erin Whalen abrió el marcador con un triple muy lejano, pero entre Musa, que aprovechó una buena asistencia de Senosiain, y Maimouna Haidara, que encontró vía libre para sus penetraciones, dieron la vuelta al marcador (5-3, min.4).

El IDK mejoró su juego interior y volvió a mandar con las canastas de Tunstull y Fankam, pero de nuevo apareció Haidara para poner al Celta por delante por última vez en el encuentro con cinco puntos seguidos (10-9, min.9). Al final del primer cuarto, las donostiarras tomaron un punto de ventaja con las canastas de Yurena Díaz y Nicole Cardaño (12-13, min.10). Y de lo que hasta entonces había sido un choque igualado, a partir del segundo cuarto se pasó a un monólogo vasco sobre la pista.

Otros cuatro puntos de Yurena y Cardaño llevaron a Cristina Cantero a pedir el primer tiempo muerto (12-18, min.12). Pero ya no había marcha atrás. El IDK abrió el campo al máximo, colocando a Laura Westerik y a María España en las esquinas para lanzar de tres y, al mismo tiempo, despoblar el centro de la defensa celeste, por donde penetraban sin oposición las grandes interiores visitantes.

Así se produjo una escabechina que Cantero trató de cortar parando de nuevo el partido (20-33, min.16), aunque para entonces el encuentro se decantaba ya de forma clara del lado donostiarra.

El Celta cambió la defensa, pero faltaban las fuerzas, y también la envergadura, para frenar a unas jugadoras que empezaban a jugar a placer, sabiendo que cada ataque iba a terminar dentro de la cesta, ya fuera con un lanzamiento exterior o desde debajo del aro. Al llegar al descanso, la diferencia en el marcador se acercaba a los veinte puntos (26-43, min.20) y el choque estaba prácticamente sentenciado.

En el tercer cuarto, salvo por algunos momentos de Haidara, Musa y Regina Aguilar, el Celta se vio cada vez más desbordado por un rival que olió la sangre y no quiso frenar. Ocho puntos seguidos de Aguilar al final del periodo fueron lo mejor de las celestes en ese tramo, a cuyo final se llegó con la ventaja disparada ya por encima de los veinte tantos (45-67).

En el último cuarto, Cantero dio minutos a las menos habituales y el Celta jugó con un quinteto que podría ser del curso pasado, salvo por Haidara, a la que acompañaban Senosiain, Aguilar, Sara Vidal y Elba Garfella. Entonces, ellas reinaban. Ahora les espera un largo y duro camino por delante.

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